Con la radicación del acto legislativo para prohibir por completo el aborto se abre una fuerte polémica que tendrá como protagonistas por un lado al Partido Conservador y la Iglesia Católica y por el otro a organizaciones de la sociedad civil que apoyan el derecho a decidir frente a la interrupción del embarazo y partidos como el Polo Democrático y el Liberal.
Sabiendo de antemano que la puja va a ser compleja, el presidente del Partido conservador, José Darío Salazar, en el momento de radicar la iniciativa, presentó más de cinco millones de firmas que respaldan la prohibición del aborto y que fueron recogidas de forma conjunta con la Iglesia Católica.
Al radicar la prohibición del aborto, Salazar rechazó las críticas a la iniciativa y advirtió: “Todas las sociedades tienden a preservar la vida como un derecho fundamental y eso es lo que se pretende. No le veo a esto nada de retrógrado, esto es fruto de una sociedad civilizada”.
El acto legislativo radicado reza: “El derecho a la vida es inviolable desde su concepción hasta la muerte natural. No habrá pena de muerte”. De este modo, se eliminan las tres excepciones que planteó la Corte Constitucional: malformación del feto, riesgo de la vida de la madre o el embarazo producto de una violación.
La primera pelea que tendrá que dar el Partido Conservador será dentro de la misma Unidad Nacional, en la que el Partido Liberal ya manifestó su desacuerdo con esta iniciativa. El senador Juan Fernando Velasco advirtió: “Yo entiendo que la Iglesia, a través del conservatismo, quiera imponer su punto de vista en este debate, pero Colombia es un estado laico y no se pueden tomar decisiones con base en dogmas”.
Las organizaciones Católicas por el Derecho a Decidir, DeJusticia, Women’s Link Worldwide, Centro de Derechos Reproductivos, Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, entre otras, presentaron un comunicado a la opinión pública en que el plantean que “la propuesta del Partido Conservador no protege la vida, no evita abortos ni defiende la familia”.