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Por estos días términos como big data, metadata o machine learning se escuchan con frecuencia. Muchos creen no conocer de qué se trata o que no les impacta, pero la realidad es que son conceptos que involucran a todas las personas y más si en sus manos tienen un aparato tecnológico con el cual acceden a redes sociales, compras por internet o aplicaciones de movilidad, las cuales siempre están captando información y conociendo más a los usuarios.
Esta realidad se da gracias a la Revolución 4.0 o Cuarta Revolución Digital. Antes de explicar el concepto es pertinente hablar de las tres revoluciones anteriores: la primera se dio cuando se abandonó la producción industrial artesanal, fuertemente basada en agricultura, dando origen a una transformación económica, tecnológica y social. La segunda fue con la presencia de nuevas fuentes de energía, de transporte y de comunicación que transformaron la manera de trabajar en el sistema educativo y el ámbito científico. La tercera revolución industrial se basó en el conocimiento en TIC y diversificación de energías, como generación, limpieza, almacenamiento, baterías y vehículos eléctricos, y se dieron aplicaciones más llevadas a la sensórica, transmisión de datos a tableros Scada y otras.
La cuarta revolución ahonda más en el conocimiento, y se basa en recolectar, almacenar, procesar y recuperar datos a través de herramientas tecnológicas más avanzadas de analítica e inteligencia artificial para que se generen sistemas autónomos que requieran menos intervención humana en labores operativas para toma de decisiones. Cuando se habla de big data se “hace referencia al almacenamiento, procesamiento y análisis de cantidades enormes de datos estructurados o no estructurados”, dice Germán Gonzalo Vargas Sánchez, docente de ingeniería de sistemas en la Universidad El Bosque, quien además explica que machine learning hace referencia al aprendizaje automático, en donde se pueden observar diferentes técnicas como clasificación, asociación y segmentación de datos, las cuales nos indican cuál es el comportamiento de los datos, cómo se asocian, se clasifican y se agrupan.
¿Pero cuál es la importancia de recopilar y analizar los datos? Según el docente de la Universidad El Bosque Jorge Enrique Rojas Rodríguez, “la data, en general, es el insumo fundamental para producir información. La manera como se capture, almacene, procese, transmita y use es lo que le dará el verdadero valor”. Por ello, la forma como se capture, evitando datos perdidos, extraños o de baja calidad, y lo que se pueda extractar, es lo que en últimas agregará valor a las organizaciones.
Esos datos hoy pueden capturar en diferentes canales, pero los que toman los protagonistas son las redes sociales, en donde se intercambian imágenes, audios y diferentes formatos que siempre están en constante cambio y que les permite a las empresas conocer realmente las necesidades, sueños y expectativas de sus clientes. “No es raro que después de ir a hacer mercado lleguen mensajes ofreciendo productos que a uno le interesan, eso hace la data”, señala Germán Gonzalo Vargas, quien hace un llamado a proteger los datos y saber que lo que se comparte en las redes sociales es de dominio público, por eso se debe ser más cuidadosos y saber que esos datos se pueden almacenar por mucho tiempo, aunque no necesariamente tengan un uso potencial en el largo plazo.
Esta realidad plantea un reto y una transformación en la ingeniería, pues ahora requiere profesionales que entiendan los avances de la tecnología, cómo se recopilan datos y qué uso darles para impactar de forma positiva en los entornos que habitan. Y es que las ingenierías son la base del desarrollo de los países y son determinantes, además, para mejorar la calidad de vida. Un ejemplo es Kenito, un proyecto de investigación de estudiantes de la Universidad El Bosque, en el que un equipo multidisciplinario, conformado por ingenieros y psicólogos, crearon un programa de computadora que se encarga de simular una conversación, dirigida a niños de 6 a 8 que padecen cáncer, para explicarles temas relacionados con su patología, cómo manejar el dolor y pasar por esa etapa que es tan compleja.
El proyecto nació con un objetivo claro: unir los conocimientos de cada profesión y ponerla al servicio de la comunidad. De ahí la importancia de equipos interdisciplinarios que trabajen con inteligencia artificial, robótica y manejo de datos para integrar diferentes áreas, en este caso la salud. “Es importante entender qué datos e información se generan en todas las disciplinas, así como en muchos momentos y lugares. El análisis de información aplica para cualquier actividad que desarrollemos y nos puede proveer de herramientas poderosas para abordar temas específicos”, comenta Jorge Enrique Rojas.
Entre equipos multidisciplinares, proyectos de investigación y la constante innovación en las aulas también se ha despertado esa curiosidad por emprender en esta industria de la Revolución 4.0, pues es rentable y forma parte de las carreras del futuro, las cuales tendrán un campo amplio de acción y con buenos salarios. A pesar de este panorama, hay escasez de estudiantes para las carreras de ingeniería. Por eso, desde la academia están actualizando los programas para estar a la vanguardia. “Los docentes también estamos en permanente actualización, porque tenemos la responsabilidad de formar a los profesionales para el futuro”, puntualiza Holman Ariza, docente del Programa de Ingeniería Electrónica de la Universidad El Bosque.