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Una de las exigencias de la autora de los libros, J.K. Rowling para llevar la saga al cine fue que los tres protagonistas de sus libros debían ser ingleses. Los productores de la cinta hicieron una intensa búsqueda para encontrar a niños que se ajustaran físicamente a las descripciones que Rowling hacía de sus personajes.
Antes de conseguir el papel principal en las películas, Daniel Radcliffe trabajó junto a Jamie Lee Curtis en la película ‘El sastre de Panamá’. Fue ella quien lo motivó a presentarse en el casting que en ese momento se estaba llevando a cabo para encontrar el personaje principal de la historia del niño mago. Los padres de Radcliffe, en un principio, no estuvieron de acuerdo, sin embargo, acompañaron a su hijo a las audiciones. Alrededor de 40.000 aspirantes al papel protagónico se presentaron a los castings, pero fue él quien finalmente ocupó.
Emma Watson consiguió el papel de Hermione Granger gracias a su profesora de teatro en Oxford, quien tenía contacto con los encargados de las audiciones. La confianza que demostró a la hora de la interpretación hizo que los productores de las películas se decidieran por ella.
Ser pelirrojo era una de las exigencias fundamentales para el niño que encarnara a Ron Weasly. Rupert Grint era seguidor de los libros y sabía que cumplía con esa condición. Un video en el que rapeaba y explicaba las razones por las que deseaba interpretar el personaje fueron su puerta de entrada a las ocho películas de la saga.