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El Feng Shui es una práctica milenaria china que tiene la finalidad de mover el espacio armónicamente para que fluyan las energías de forma adecuada con el único objetivo de influenciar positivamente en las personas que conviven en determinados lugares. Este antiguo sistema filosófico no necesariamente se pone a prueba en viviendas, también se usa para renovar oficinas y negocios.
Organizar el ambiente y darle un plus para que la gente se sienta cómoda en el espacio es el punto central que buscan quienes creen en el Feng Shui de acuerdo a las metas personales, las cuales no son iguales para todo el mundo y por lo consiguiente se necesita de una asesoría personalizada que apunte a lo que se quiere conseguir.
Debido a la importancia que ha tomado el Feng Shui en los últimos tiempos y del afán de las personas por canalizar energías positivamente El Espectador consultó a una experta en el tema. Carmen Lucía Murcia es una diseñadora industrial, decoradora de interiores que hace 15 años se dedicó a estudiar esta práctica para darle armonía a espacios como las viviendas, lugares en donde se pasa gran parte del tiempo y en donde se alberga la energía con mayor frecuencia.
Encontrar el amor es una de las preocupaciones que más desgasta a los seres humanos en general. Para muchos este no es un tema que deba tener una serie de pasos a seguir para lograrlo, pero para quienes crean en movimientos energéticos estos consejos podrían llegar a ser de gran utilidad.
Cuando se llega a lugares nunca antes visitados se sienten diferentes sensaciones, unas veces positivas y otras un tanto densas. Eso que no se ve pero que se siente se llama energía, que es transmitida por combinación de colores, espacios, ambientes y por supuesto por los ánimos que transmiten quienes ocupan esos sitios frecuentados.
En estos tiempos donde la tecnología ocupa un gran espacio es bueno pensar en un equilibrio. No alejarla del todo pero tampoco dedicarse únicamente a una armonía espiritual. Cuando se es consciente que los espacios tienen energías y que se debe trabajar para enfocarlas de acuerdo a ciertas metas y proyecciones es prudente tomar un tiempo para analizar qué roba ese aliento de vida. Por ejemplo, alejándose de las personas que se quejan todo el día y que critican todo, pues son estos cortos circuitos los que no dejan proyectarse.
“La base del Feng Shui es: menos es más. No es tener todo y tampoco no tener nada, hay gente que está rodeada de muchas personas pero se sienten solas. Si tú trabajas mucho pero no eres reconocida, ese trabajo te está robando energía; si tú ganas un buen sueldo pero no te llevas bien con tu familia hay una falla. El sexo también roba energía, por eso hay que escoger bien a la persona a la que se le entrega su intimidad, pues en ese momento te estás acostando con las parejas anteriores y el recorrido sexual que ese sujeto tenga. La idea es tener sexo con alguien que haya vivido lo mismo que uno, y más cuando se está empezando, pues los más experimentados son los que enseñan: lo bueno y lo malo”.
Según Carmen Lucía, hay herramientas tangibles para encontrar el amor adecuado en el momento indicado. “Por fecha de nacimiento tenemos un signo zodiacal chino y hay unos que son más compatibles que otros. El Feng Shui maneja el espacio y la astrología china maneja el tiempo. Con esas dos dimensiones tú puedes aprovechar en qué sitio te ubicas y a qué hora tienes una cita para que fluya más, bien sea para la prosperidad y el dinero, para mejorar las relaciones y la comunicación, para la salud y proyectos a futuro, y para el equilibrio personal”.
Para saber cuál es la dirección que le corresponde a cada persona debe hacerse según el año de nacimiento. Por ejemplo, si una mujer nació en el año 1984 se suman esos dígitos (1+9+8+4=22), a ese resultado por ser mujer siempre se le suma un cuatro (2+2=4+4=8). “El ocho tiene cuatro direcciones favorables: noroeste, oeste, suroeste, sur. Noroeste es la zona de pareja, en ese punto de la habitación o del apartamento o de la casa tenemos que ubicar todo en número par, en el resto no importa, hay que cuidar esa esquina. Es importante las ventanas, si para algunas personas la energía que venga del oeste va a ser benéfica para otras no, eso depende del número de año de nacimiento”.
Carmen explica que hay que aprovechar ese espacio y ubicar elementos puntuales. A los que les gusta la simbología china decorar con patos mandarín, que son las aves para conseguir una pareja para toda la vida, significa fidelidad y unión permanente. El símbolo de doble felicidad: ese ideograma representa un hombre y una mujer unidos, en los matrimonios chinos siempre se encuentra. El ave fénix y el dragón, que por un lado está la energía femenina y por el otro la masculina, cuando están juntos representa pareja.
Para los que no les gusta la decoración oriental se pueden ubicar cuadros pero no de personas solas sino de mucha gente. “Si tú eres una mujer sin pareja y en toda la decoración de tu casa nada tiene pareja inconscientemente estamos pensando en solitario. Por ejemplo, solo hay una única porcelana, una única vela, un solo candelabro, un cenicero, una mata, etc. Si tienen velas hay que prenderlas, no tenerlas solo por decorar”.
“También se puede usar el número tres siempre y cuando no sea en la zona de pareja porque significa un tercero en discordia, puede ser una suegra o exceso de trabajo de uno o de los dos, o una amante. Preferiblemente no tener nada de atres encima de la cama matrimonial. Muchas personas tienen de a tres cuadros, si es así hay que equilibrarlo con dos almohadas, dos cojines, dos mesas de noche y dos lámparas. Los cuadros de flores para mujeres solteras son muy buenos porque es atraer, pero para parejas casadas no son aconsejables, a diferencia si se tienen árboles decorativos, pues eso significa que se tienen los pies puestos en la tierra”.
Carmen aconseja que de llegar a realizar esos cambios en la casa es preferible hacerlos seguidos, en un espacio de 15 días para notar la diferencia al cabo de tres meses.
*Créditos fotografías: Denise Cross Photography, woodleywonderworks/ Flicker (cc)
pcastillo@elespectador.com