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Una batería que se recarga 2.000 veces

Uno de los problemas que ha frenado el desarrollo de vehículos eléctricos y al mismo tiempo ha impedido un mayor despliegue de otros tipos de energía ha sido la barrera de almacenamiento de las baterías.

El Espectador
30 de octubre de 2015 - 07:55 p. m.
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Uno de los problemas que ha frenado el desarrollo de vehículos eléctricos y al mismo tiempo ha impedido un mayor despliegue de otros tipos de energía ha sido la barrera de almacenamiento de las baterías.

Pero las cosas podrían a punto de dar un giro drástico. Científicos del Departamento de Química y del Centro de Grafeno de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, anunciaron que lograron superar muchas de las barreras y fabricaron una batería de litio-oxígeno (litio-aire) de muy alta densidad energética —con 90% de eficiencia— que puede recargarse más de 2.000 veces.

El invento del equipo británico liderado por Tao Liu ocupó la portada de la prestigiosa revista Science. Según los autores del trabajo, al aumentar hasta 10 veces la densidad energética de las baterías se acercan a la densidad energética de la gasolina. Con una sola carga, un carro eléctrico podría recorrer la distancia entre Bogotá y Medellín.

“No hemos resuelto todos los problemas inherentes a la química de estas baterías, pero nuestros resultados nos acercan a un dispositivo práctico”, concluyó la profesora de investigación Clare Grey, directora del equipo y coautora del estudio.

La arquitectura tradicional de una batería consta de tres partes: un electrodo positivo, un electrodo negativo y un electrolito. El nuevo prototipo se basa en un electrodo altamente poroso de carbono hecho de grafeno, que incluye hojas de átomos de carbono de un átomo de espesor, y aditivos que alteran las reacciones químicas.

Esta no es la primera vez que se intenta hacer una batería de este tipo, pero, por los resultados presentados en la revista, sí es la más eficiente y la que menos se deteriora. Los investigadores británicos aseguran que lograron reducir la diferencia de potencial entre la carga y descarga de 0,2 voltios, lo que equivale a una eficiencia energética de 93%. Una cifra muy cercana a la de las actuales baterías de litio que alimentan los teléfonos celulares.

Aunque la noticia resulta esperanzadora y abre nuevos caminos para solucionar los problemas de almacenamiento energético, los creadores del prototipo advirtieron que una batería de litio-aire práctica sigue estando al menos a una década de distancia.

Por El Espectador

 

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