Asciende a 178 el número de delfines muertos en dos lagos de Brasil

Los científicos investigan por qué los delfines rosados se han visto más afectados que los tucuxi. Advierten sobre un posible subregistro de animales fallecidos.

08 de noviembre de 2023 - 06:11 p. m.
En el lago Tefé, de los 155 animales que murieron, el 84,5 % eran delfines rosados, mientras que el restante 15,5 % era tucuxi.
En el lago Tefé, de los 155 animales que murieron, el 84,5 % eran delfines rosados, mientras que el restante 15,5 % era tucuxi.
Foto: REUTERS - BRUNO KELLY
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Desde comienzos de octubre la fuerte sequía que atraviesa la Amazonia ha copado las redes sociales, periódicos y noticieros de televisión. Junto a las fotos y videos que muestran lechos de ríos secos, probablemente la otra imagen que más ha llamado la atención de los pobladores, científicos y en general de la población, ha sido la de cientos de delfines muertos. (Puede leer: Escasez de agua y altas temperaturas: avanza la sequía en la Amazonia)

Hace unos días, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), actualizó la cifra de delfines que han encontrado muertos en dos lagos del estado de Amazonas, en Brasil. Según esta organización, para inicios de mes, en el lago Tefé se habían registrado 155 cadáveres de delfines rosados y tucuxis. Mientras tanto, en el lago Coari, a menos de 200 kilómetros del primero, se han reportado 23 delfines más muertos.

Para la oceanógrafa Miriam Marmontel, “esta es la primera vez en el mundo que el calor, la crisis climática, ha matado a los mamíferos acuáticos de esta manera”, según le explicó a WWF Brasil. La investigadora, que también es líder del Grupo de Investigación sobre Mamíferos Acuáticos Amazónicos del Instituto Mamirauá para el Desarrollo Sostenible (IDSM), lo compara con lo que está sucediendo en el Ártico con las morsas y los osos polares. (Le puede interesar: Según cifras preliminares, este año la deforestación en Colombia disminuyó 70% frente a 2022)

A la par del trabajo que los científicos adelantan para aclarar las causas de esta masiva mortandad, también indagan por qué han muerto más delfines rosados (Inia geoffrensis) que tucuxi (Sotalia fluviatilis). En Tefé, de los 155 animales que murieron, el 84,5 % pertenecían a la primera especie, mientras que el restante 15,5 % eran de la segunda.

Para Marmontel, que trabaja con estos animales desde hace 30 años, el sistema respiratorio de los delfines rosados, que es más frágil que el de otras especies, puede explicar, en parte, la disparidad en las muertes. A las altas temperaturas que se han registrado en los lagos de la Amazonia brasileña, que han alcanzado los 40 °C, se le suma la mala calidad del aire por los incendios y una humedad entre un 30 y un 40 % menor a los niveles esperados para la época. (También puede leer: Impactos de deforestación en la Amazonia brasileña se sienten a 100 km de distancia)

Si bien los investigadores consideran que aún no tienen todas las respuestas que explican la muerte de los 178 delfines (aunque estiman que habría muerto una mayor cantidad de cetáceos), Ayan Fleischmann, líder del Grupo de Investigación en Geociencias y Dinámica Ambiental en la Amazonía del IDSM, comenta una de las hipótesis que ha ido ganando mayor fuerza entre los científicos.

Fleischmann le explicó a la organización que, debido a las altas temperaturas en los lagos que frecuentan los delfines, estos podrían haber presentado estrés térmico. Esta habría sido la causa para que los animales dejarán de comer y, por ende, perdieran la capacidad de regular la temperatura corporal. (Puede interesarle: ¿Fue útil dar derechos a la Amazonia? Indígenas llegan a Bogotá para mostrar sus “peros”)

“En situaciones como esta, la presión arterial aumenta y puede haber un colapso cerebral, como una congestión o un derrame cerebral. Pero todavía estamos esperando que los análisis histopatológicos den el pistoletazo de salida”, advierte el investigador.

Mientras los científicos siguen recolectando pruebas, Fleischmann acepta que, de probarse la hipótesis que manejan, los próximos años podrían ser aterradores. Por su parte, Mariana Paschoalini Frias, analista de conservación de WWF-Brasil y coordinadora de SARDI (Iniciativa Sudamericana para los delfines de río), destacó la importancia y urgencia de “adoptar medidas conjuntas para conservar la Amazonia (...)”. (Puede leer: Empresas colombianas desconocen autoridad indígena en proyectos de carbono en Amazonía)

Como les contamos en esta nota, a finales de octubre, cinco países sudamericanos, entre los que se encuentra Colombia, y cuatro asiáticos firmaron, en Bogotá, la Declaración Global sobre los Delfines de Río que busca detener la disminución de las seis especies de delfines fluviales y aumentar los tamaños de las poblaciones más vulnerables.

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