El proyecto minero que quiere explotar cobre en las montañas de Putumayo, entre los Andes y la Amazonia, terminó su proceso de consulta previa con el resguardo indígena Condagua, según informó La Silla Vacía. Este proceso se estaba adelantando por una decisión de tutela que interpuso la comunidad.
Libero Cobre, la multinacional que está al frente de este proyecto, llegó hace varios años al territorio con el fin de explorar y, eventualmente, explotar cobre y molibdeno. El cobre hace parte de los minerales que el Gobierno Petro considera estratégicos para la transición energética.
Como contamos en esta nota, el proyecto plantea varias dudas sobre sus impactos ambientales y una parte de la población, dentro de la que se encuentran indígenas y organizaciones ambientalistas, no está de acuerdo con que se realice.
Los títulos mineros con los que cuenta el proyecto desde que se empezó a planear la construcción de la mina, se traslapan con el resguardo indígena Condagua y con una zona de reserva forestal declarada por Corpoamazonia. Esos traslapes se detallan en este reportaje.
Sin embargo, los traslapes con la zona de reserva fueron recortados de los títulos mineros y, tras la tutela impuesta por el resguardo, desde el año pasado se venía adelantando un proceso de consulta previa con la comunidad indígena.
De acuerdo con el documento publicado por La Silla Vacía, se realizaron varias reuniones entre la comunidad y la empresa, que culminaron entre agosto y septiembre con las dos últimas etapas que establece el Ministerio del Interior para los procesos de consulta previa.
Allí se acordaron compensaciones por los impactos del proyecto que estarán enfocadas en inversiones sociales en educación, formación de las autoridades de la comunidad e integración de los conocimientos ecológicos indígenas en los procesos de gestión ambiental del proyecto, entre otros aspectos.
La firma de esta consulta previa le daría luz verde a Libero Cobre para realizar las actividades de exploración en la parte de los títulos mineros que se solapa con el resguardo indígena. La multinacional busca establecer cuál es el potencial de explotación del mineral, la viabilidad técnica de hacer una mina subterránea (y no a cielo abierto, como se planteó inicialmente), y la rentabilidad que podría tener la mina.
Sin embargo, hay dos documentos que podrían poner en entredicho la posibilidad de que se explote cobre en Putumayo.
Las restricciones para la minería en la Amazonia
En junio, El Espectador dio a conocer los detalles de una resolución con la que Corpoamazonia, la autoridad ambiental regional, declaró una zona de interés ambiental en Mocoa. Las 93.000 hectáreas que se incluyeron cobijan gran parte del área en la que se encuentra el proyecto.
Esta decisión, de acuerdo con Corpoamazonia, excluye actividades como la minería por considerar que tienen el potencial de “generar daños irreversibles al medio ambiente”. Otro documentos de esa corporación, como el Plan de Ordenación y Manejo del río Mocoa de 2022, han hablado de una incompatibilidad de las actividades mineras en ese territorio.
Además de esto, el Ministerio de Ambiente está preparando otra resolución con la que quiere declarar la Amazonia, dentro de la que está Mocoa, como una zona excluida de actividades como la minería y la extracción de petróleo. El documento fue publicado para comentarios y, tras este proceso, se haría oficial durante las próximas semanas.
A pesar de esto, como ha ocurrido en otros casos, hay un debate jurídico sobre lo que ocurriría con el proyecto ante estas resoluciones, teniendo en cuenta que los títulos mineros fueron otorgados por el Estado varios años antes de que existieran las resoluciones.
*Este artículo es publicado gracias a una alianza entre El Espectador e InfoAmazonia, con el apoyo de Amazon Conservation Team.
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