10 nuevas especies de libélulas se suman a la lista de la fauna en Colombia
En el país hay alrededor de 500 especies de libélulas, una cifra que varía en la medida en que se investiga más sobre estos insectos. Un nuevo estudio identificó diez nuevas especies que no habían sido registradas en el país. ¿Dónde están?
Colombia es un país megadiverso y las más de 67.000 especies de fauna y flora registradas hasta el 2022 en el Sistema de Información sobre Biodiversidad (SiB), lo confirman. Esto quiere decir que por cada diez especies que hay en el planeta, una habita en Colombia. El país es el primero con más mariposas, aves y orquídeas en el mundo.
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Colombia es un país megadiverso y las más de 67.000 especies de fauna y flora registradas hasta el 2022 en el Sistema de Información sobre Biodiversidad (SiB), lo confirman. Esto quiere decir que por cada diez especies que hay en el planeta, una habita en Colombia. El país es el primero con más mariposas, aves y orquídeas en el mundo.
Estas cifras cada año van variando, pues los científicos continúan descubriendo e identificando nuevas especies que enriquecen la lista. Por ejemplo, entre 2021 y 2022 hubo un aumento de aproximadamente 5.000 especies tanto de flora como de fauna identificadas. Esto se debe, en parte, a la investigación que cada vez va cobrando mayor importancia. (Le puede interesar: Lista de Parques Naturales de Colombia y sus precios en 2023)
Justamente, uno de los animales que ha captado la atención de los científicos son las libélulas (, pertenecientes al orden Odonata. Estos insectos llenos de color tienen una gran importancia porque son indicadores muy sensibles del estado de los ecosistemas de agua dulce. Un artículo publicado en la Universidad de Antioquia (UdeA) explica que dependiendo de su ubicación geográfica y morfología, estos insectos viven entre tres meses, en zonas tropicales, o hasta cinco años, en los duros climas árticos. En el caso de los individuos que habitan en Colombia, el promedio está entre seis meses y un año.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en el mundo hay 6.016 especies de libélulas. Alrededor de 500 se encuentran en Colombia. En la región de los Andes, una de las más diversas y exploradas del país, se encuentran alrededor de 250 especies de libélulas, de acuerdo con el artículo de la UdeA.
Pero esa cifra ha ido cambiando. Una investigación publicada en la revista Biota Colombiana describió el hallazgo de diez nuevas especies del orden Odonata que no habían sido vistas en el país. (Lea: El aumento de la temperatura mundial también afecta a los animales en las ciudades)
“Los nuevos registros de especies en Colombia se pueden dividir en dos categorías: uno, especies nuevas para la ciencia, que suelen ser endémicas; y dos especies previamente descritas en países vecinos, que están registradas por primera vez en Colombia”, cita el artículo publicado en junio de este año.
Las diez nuevas especies están dentro del segundo grupo que mencionan. Algunos de los individuos encontrados estuvieron depositados en colecciones entomológicas (que hace referencia al estudio de los insectos) durante mucho tiempo. Aunque la mayoría fueron identificadas en la región amazónica del país, hubo una en Antioquia.
Estas son las nuevas especies identificadas:
1. Acanthagrion amazonicum Sjöstedt
Aunque esta especie llamativa por su color azul metalizado habita en el Amazonas, por el momento solo había sido identificada en la selva tropical de Brasil y Perú. Ahora, se tiene el registro de la presencia de esta especie en Mitú, capital del departamento de Vaupés. “El presente hallazgo amplía su alcance al norte de la región amazónica de Colombia”, menciona el artículo.
2. A. fallicorne Leonard
En un bosque inundado adyacente al río Caguán, en el municipio de Cartagena del Chaira, Caquetá, específicamente en la vereda Palmichales, se encontró un macho de esta especie. Su presencia no es algo que impresione a los científicos, pues la especie está ampliamente distribuida en el bosque de la Amazonía desde Ecuador hasta Brasil. De acuerdo con el Sistema Global de Información sobre Biodiversidad (GBIF) su estado es de “menor preocupación”.
3. A. truncatum Selys
Los científicos examinaron seis machos de esta especie que tiene un color entre verde y marrón oscuro metalizado. Hasta el momento solo se había identificado desde el norte de Venezuela y Guyana hasta el sur de Brasil, por lo que este hallazgo extiende su rango hacia el oeste en la cuenca del río Orinoco en Colombia. Fue encontrada específicamente en Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, CORPOICA, ubicada en Villavicencio.
4. A. yungarum Ris
En 2011, una investigación afirmaba que esta especie había sido identificada en Meta. Sin embargo, el nuevo estudio explica que esto se hizo erróneamente, pues realmente correspondía a la especie A. viuda selys. Ahora, en Acacías se pudo confirmar la presencia de esta especie, específicamente en el sector Brisas del Orotoy.
“Esto representa una expansión al norte de su distribución conocida en Ecuador y Perú. Fue localmente abundante en Mocoa, donde se encontraron machos posados sobre la vegetación ribereña de un gran estanque”, señala el estudio.
5. Dolonagrion fulvellum Selys
Este hallazgo en particular es bastante importante, pues es el primer registro de esta especie en 30 años. Los investigadores examinaron seis machos y cuatro hembras hallados en Mocoa, Putumayo, en la vereda Caliyaco. Además, se conoció que esta especie fue localmente abundante en los bosques inundables adyacentes al río Caguán. El Sistema Global de Información sobre Biodiversidad no conoce su estado de conservación real, pues no hay suficiente información sobre esta especie.
6. Mesoleptobasis cantralli Santos
En Puerto Carreño, municipio de Vichada, se identificó esta especie que hasta el momento solo era conocida en dos localidades de Brasil: el Amazonas donde se recolectaron los primeros especímenes en 1922 y en Rondonia en 1964. “El hallazgo constituye el primer registro de esta especie en casi 60 años y extiende su distribución conocida a las regiones del Amazonas y la Orinoquía colombiana”, indica el estudio.
7. Metaleptobasis lillianae Daigle
Esta libélula amarilla fue identificada en la Serranía la Macarena, en el departamento de Meta. Esta especie está distribuida a lo largo de las zonas de los Andes y en las selvas amazónicas de Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil. Al igual que otras de las especies recientemente identificadas en el país, su estado de conservación es de “menor preocupación”.
8. Protoneura klugi Cowley
Esta especie era conocida hasta ahora en pocas localidades de la selva amazónica de Ecuador y Perú. El presente hallazgo extiende su rango hacia el este de la Amazonía en Colombia. Fue identificada específicamente en una reserva natural de Leticia, Amazonas. Es característica por su color oscuro con visos naranjas en su tórax.
9. Neoneura denticulata Williamson
Al igual que la especie A. fallicorne Leonard, la presencia de este caballito del diablo, como es conocido este género cercano a las libélulas, no es inesperado. Esta especie habita en las tierras bajas de la selva amazónica en Ecuador, Perú, Brasil, Venezuela y Surinam y ahora en Colombia fue identificada en Mitú.
10. Neuraeschna maya Belle
Esta especie de libélulas era conocida hasta ahora en Honduras y Costa Rica en Centroamérica y en Ecuador en América del Sur. En Colombia fue identificada en la región noroeste de Colombia, específicamente en Chigorodó, Antioquia.
Estas diez especies se suman a los 162 nuevos registros que se han hecho en la última década. 26 nuevas especies han sido descritas en Colombia y 136 en otros países. Estos descubrimientos abarcan diferentes regiones geográficas, desde las zonas más exploradas, como el Valle del Magdalena, hasta las más inexploradas, como los páramos. (Lea: Estas son las ciudades con peor calidad de aire en el mundo)
Los registros sobre estos insectos que poco a poco se conocen “muestran un aumento significativo en la investigación de odonatos y los esfuerzos de muestreo; y, que aún queda trabajo por hacer antes de tener un inventario completo de estos insectos en Colombia”, indica el estudio.
¿Para qué sirve la investigación? Tener los datos sobre las especies y sus ubicaciones es clave para estimular, investigar y desarrollar estrategias de conservación más sólidas para las especies y ecosistemas de agua dulce dentro del país y la región.