Empezó la “última” ronda de negociaciones para proteger la altamar

Desde hace más de 15 años, distintos científicos, comunidades e incluso países, han llamado la atención por proteger y conservar la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales (BBNJ, por sus siglas conocidas en inglés). (Puede leer: Lograr acceso pleno al agua en Colombia tomaría 107 años: ¿qué hacer al respecto?)

Estas zonas, que comienzan donde terminan las zonas económicas exclusivas (ZEE) de los estados, más allá de los 370 kilómetros de las costas, también se conocen como “altamar” y no se encuentran bajo la jurisdicción de ningún país.

Precisamente por ser consideradas “tierra de nadie”, la altamar se encuentra expuesta a múltiples presiones producto de las actividades de los seres humanos como la sobrepesca, la minería, la contaminación humana, entre otras. (Le puede interesar: ¿Cómo escuchan las ballenas si no tienen orejas?)

Sin embargo, desde diciembre de 2017, se dio un gran paso en el camino de proteger las aguas internacionales. Gracias a una resolución adoptada en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se decidió convocar la Conferencia Intergubernamental sobre la Biodiversidad Marina de las Zonas Fuera de la Jurisdicción Nacional.

Desde entonces, la Conferencia, que agrupa a todos los países miembros de las Naciones Unidas, ha buscado elaborar el texto de un instrumento internacional jurídicamente vinculante para proteger la altamar. El gran problema es que, tanto en las cuatro conferencias formales, como en las reuniones informales, se ha fracasado. (También puede leer: Video filtrado muestra polución asociada a minería en aguas profundas)

Ahora, en el quinto encuentro que se estará llevando a cabo entre este lunes (20 de febrero) y el viernes (3 de marzo), los países intentarán, por fin, llegar a un acuerdo que satisfaga a los miembros y permita alcanzar una de las metas más reconocidas: proteger el 30 % del océano. Hasta el momento, solo el 1 % de la altamar se encuentra bajo alguna figura de protección.

Por eso, Rena Lee, presidenta de la conferencia, aseguró al inicio de esta nueva ronda de negociaciones, que espera alcanzar “un acuerdo universal, eficaz, aplicable y con garantías de futuro está a nuestro alcance”, para lo cual, agregó, espera que los participantes hayan venido con “la voluntad de llevarnos a la meta”. (Puede interesarle: La pérdida de hielo en el Océano Antártico alcanzó un nuevo récord en enero)

Pese a que la misma presidenta ha reconocido que este es quizás el momento más cercano a un acuerdo, varios de los delegados y asistentes a este tipo de eventos tienen razones para dudar sobre llegar a un texto final. Sin embargo, intentan mantener el optimismo.

Pepe Clarke, líder de océanos de la ONG internacional WWF, aseguró que están “optimistas por el hecho de que la COP15 sobre la biodiversidad le haya dado el empujón necesario a los gobiernos para que este acuerdo llegue a buen puerto”. (Puede leer: Los ganadores del concurso “Fotógrafo submarino de 2023″)

Por su parte, Liz Karan, de la ONG Pew Charitable Trusts y Laura Meller, de Greenpeace, destacaron que esta es una de las últimas oportunidades, si no la última, para que los países se pongan de acuerdo en cómo se conservará la altamar y qué actividades estarán permitidas.

Desde hace más de 15 años, distintos científicos, comunidades e incluso países, han llamado la atención por proteger y conservar la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de las jurisdicciones nacionales (BBNJ, por sus siglas conocidas en inglés). (Puede leer: Lograr acceso pleno al agua en Colombia tomaría 107 años: ¿qué hacer al respecto?)

Estas zonas, que comienzan donde terminan las zonas económicas exclusivas (ZEE) de los estados, más allá de los 370 kilómetros de las costas, también se conocen como “altamar” y no se encuentran bajo la jurisdicción de ningún país.

Precisamente por ser consideradas “tierra de nadie”, la altamar se encuentra expuesta a múltiples presiones producto de las actividades de los seres humanos como la sobrepesca, la minería, la contaminación humana, entre otras. (Le puede interesar: ¿Cómo escuchan las ballenas si no tienen orejas?)

Sin embargo, desde diciembre de 2017, se dio un gran paso en el camino de proteger las aguas internacionales. Gracias a una resolución adoptada en la Asamblea General de las Naciones Unidas, se decidió convocar la Conferencia Intergubernamental sobre la Biodiversidad Marina de las Zonas Fuera de la Jurisdicción Nacional.

Desde entonces, la Conferencia, que agrupa a todos los países miembros de las Naciones Unidas, ha buscado elaborar el texto de un instrumento internacional jurídicamente vinculante para proteger la altamar. El gran problema es que, tanto en las cuatro conferencias formales, como en las reuniones informales, se ha fracasado. (También puede leer: Video filtrado muestra polución asociada a minería en aguas profundas)

Ahora, en el quinto encuentro que se estará llevando a cabo entre este lunes (20 de febrero) y el viernes (3 de marzo), los países intentarán, por fin, llegar a un acuerdo que satisfaga a los miembros y permita alcanzar una de las metas más reconocidas: proteger el 30 % del océano. Hasta el momento, solo el 1 % de la altamar se encuentra bajo alguna figura de protección.

Por eso, Rena Lee, presidenta de la conferencia, aseguró al inicio de esta nueva ronda de negociaciones, que espera alcanzar “un acuerdo universal, eficaz, aplicable y con garantías de futuro está a nuestro alcance”, para lo cual, agregó, espera que los participantes hayan venido con “la voluntad de llevarnos a la meta”. (Puede interesarle: La pérdida de hielo en el Océano Antártico alcanzó un nuevo récord en enero)

Pese a que la misma presidenta ha reconocido que este es quizás el momento más cercano a un acuerdo, varios de los delegados y asistentes a este tipo de eventos tienen razones para dudar sobre llegar a un texto final. Sin embargo, intentan mantener el optimismo.

Pepe Clarke, líder de océanos de la ONG internacional WWF, aseguró que están “optimistas por el hecho de que la COP15 sobre la biodiversidad le haya dado el empujón necesario a los gobiernos para que este acuerdo llegue a buen puerto”. (Puede leer: Los ganadores del concurso “Fotógrafo submarino de 2023″)

Por su parte, Liz Karan, de la ONG Pew Charitable Trusts y Laura Meller, de Greenpeace, destacaron que esta es una de las últimas oportunidades, si no la última, para que los países se pongan de acuerdo en cómo se conservará la altamar y qué actividades estarán permitidas.