En Ibagué (Tolima), se firmó la declaratoria de Murillo, que crea, entre otras cosas, la Mesa Subnacional de Montañas, una instancia permanente entre gobiernos locales, comunidades, academia y cooperación internacional para coordinar esfuerzos para la protección de los Andes.
La firma se realizó este jueves 23 de octubre durante el Encuentro Suramericano de la Cordillera de los Andes (ESCA), una cumbre en la que se discute sobre los retos para proteger este ecosistema clave para la estabilidad climática del planeta, así como la soluciones que se proponen ante los diversos retos que enfrenta el sistema montañoso más grande del mundo.
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“La cordillera está herida y esa herida es nuestra. Cada año este ecosistema sufre incendios, deforestación, minería y, entre otros, el avance de las fronteras agrícolas y urbanas. Revertir esta situación requiere actos de consciencia colectiva, que tenga en cuenta la ciencia, la diplomacia y los saberes ancestrales; esto es lo que buscamos con la declaratoria”, expresó Adriana Magali Matiz, gobernadora del Tolima.
Pero, ¿qué propone la declaratoria? Este documento busca impulsar las acciones de la Iniciativa Andina de Montañas, que es una plataforma de diálogo y cooperación integrada por los siete países andinos: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela. Por su parte, el contenido de la declaración fue construido durante encuentros realizados en los últimos días entre científicos, comunidades, el sector privado y el Parlamento Andino para organizar los esfuerzos de gobiernos subnacionales (alcaldías, gobernaciones, provincias, etc.) en torno a la cordillera.
“Lo que se busca es que las propuestas o iniciativas que se han desarrollado a nivel ministerial o presidencial se bajen a los territorios que es lo que genera y produce realmente cambios y procesos significativos que puedan generar protección y articulación, pero sobre todo un hermanamiento entre toda la comunidad andina”, precisó Ericka Marcela Lozano, secretaria de Ambiente del Tolima.
En Ibagué (Tolima), se firmó la declaratoria de Murillo, que busca generar un fondo de gobiernos locales para la protección de la cordillera de Los Andes. El objetivo es conformar una Mesa Subnacional de Montañas, una instancia para coordinar esfuerzos para la protección de los Andes, así como un panel de más de 100 científicos para monitorear lo que ocurre en el sistema montañoso más grande del mundo.
La firma se realizó este jueves 23 de octubre durante el Encuentro Suramericano de la Cordillera de los Andes (ESCA), una cumbre en la que se discute sobre los retos para proteger este ecosistema clave para la estabilidad climática del planeta, así como la soluciones que se proponen ante los diversos retos que enfrenta en la cordillera.
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“La cordillera está herida y esa herida es nuestra. Cada año este ecosistema sufre incendios, deforestación, minería y, entre otros, el avance de las fronteras agrícolas y urbanas. Revertir esta situación requiere actos de consciencia colectiva, que tenga en cuenta la ciencia, la diplomacia y los saberes ancestrales; esto es lo que buscamos con la declaratoria”, expresó Adriana Magali Matiz, gobernadora del Tolima.
¿Qué propone la declaratoria?
Este documento busca impulsar las acciones de la Iniciativa Andina de Montañas, que es una plataforma de diálogo y cooperación integrada por los siete países andinos: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela. El contenido fue construido durante encuentros realizados en los últimos días entre científicos, comunidades, el sector privado y el Parlamento Andino para organizar los esfuerzos de gobiernos subnacionales (alcaldías, gobernaciones, provincias, etc.) en torno a la cordillera.
“Lo que se busca es que las propuestas o iniciativas que se han desarrollado a nivel ministerial o presidencial se bajen a los territorios que es lo que genera y produce realmente cambios y procesos significativos que puedan generar protección y articulación, pero sobre todo un hermanamiento entre toda la comunidad andina”, precisó Ericka Marcela Lozano, secretaria de Ambiente del Tolima.
Uno de los objetivos principales es mejorar la gestión de la oferta hídrica en los ecosistemas andinos, donde viven 68 millones de personas. También busca garantizar la protección de áreas estratégicas para el abastecimiento de agua, con el objetivo de garantizar el acceso al agua en toda la cordillera.
También quiere fortalecer los Fondos de Agua en la región andina, que son mecanismos público-privados para realizar acciones de conservación de las cuencas hídricas de los Andes, además de desarrollar esquemas de economía azul para impulsar el desarrollo sostenible en torno a la conservación.
Así mismo, se espera que este esfuerzo impulse el turismo sostenible en la región andina, así como protocolos de buenas prácticas para que guías, operadores turísticos y rescatistas de actividades de alta montaña cuenten con certificaciones para el desarrollo de este sector en torno a los atractivos turísticos de los Andes.
“En Tolima hay 130 áreas protegidas y 4 parques nacionales. Necesitamos desarrollar una economía que genere bienestar, una en la que después de su ciclo de producción genere conservación”, argumenta Luisz Olmedo, director de Parques Nacional Naturales.
Además, se busca “fomentar estudios e investigaciones orientados a la conservación de especies emblemáticas y al mantenimiento de los servicios ecosistémicos de provisión, regulación y culturales en la región andina”, se lee en el documento que puede leer al final de esta nota.
Los retos ambientales en torno a los Andes
Como explica Omar Melo, decano de la Facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad del Tolima, “la cordillera de los Andes, el sistema montañoso más extenso del planeta con más de 7.000 kilómetros de longitud, concentra tres rasgos esenciales: es una fuente vital de agua, cuya gestión será crítica en las próximas décadas; es uno de los grandes puntos calientes de biodiversidad del mundo, y el territorio donde los pueblos andinos han forjado buena parte de la identidad cultural latinoamericana”.
“Los Andes son un paisaje estratégico de Colombia, sin los Andes no hay transición entre el Pacífico y la Amazonía, por lo que es una bisagra en toda la regulación de servicios ecosistémicos. Allí se encuentra la marco cuenca Cauca-Magdalena, así como las grandes ciudades del país“, sostiene Paola Andrea Echeverri Ramírez, coordinadora Regional de los Andes del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). ”Lo que se está trazando con la declaratoria es un largo proceso, pero en el que se espera se concreten agendas subnacionales para la protección de los Andes."
A pesar de esta riqueza e importancia ecosistémica son varios los conflictos ambientales que se presentan en la cordillera de los Andes. “A nivel local tenemos problemas de minería ilegal, de agricultura, ganadería y deforestación en áreas protegidas, pero también tenemos temas como especies invasoras como el retamo espinoso que aumenta la presión en estos ecosistemas”, precisa John Jairo Méndez, vicerrector de investigación de la U. del Tolima.
Como dijeron varios miembros durante el encuentro internacional, uno de los temas centrales es cómo mitigar los efectos del cambio climático, que amenazan con hacer desaparecer los glaciares tropicales en Colombia para final de siglo. En un lapso de poco más de 150 años, el país pasó de tener más de 349 km² de glaciares a tener 33 km².
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Otra de las conclusiones del encuentro es que se tiene que fortalecer la gobernanza para que el manejo de los recursos de naturales se realice de manera articulada y cada vez más liderada y monitoreada por las comunidades locales.
“El mundo está experimentando procesos reales que aumentan las vulnerabilidades sociales de los territorios, indicó indicó Hernando García, director del Instituto Humboldt. ”Una de las vías de respuesta es trabajar desde esos territorios para conectar nuestras capacidades y tomar decisiones entiendo que solo tienen sentido si se toman de manera conjunta”.
Puede leer acá la declaración de Murillo:
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