Las lluvias cada vez son más impredecibles y es culpa de los humanos

Así lo asegura un reciente estudio que aporta las primeras pruebas observaciones de que el cambio climático inducido por los humanos “está haciendo más volátiles los regímenes de precipitaciones en todo el mundo”.

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26 de julio de 2024 - 01:37 a. m.
Una persona camina bajo la lluvia en Monterrey, Nuevo León (México).
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Foto: EFE - Miguel Sierra
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Cada vez hay más pruebas de los impactos que tiene el cambio climático sobre la Tierra y, cada vez, hay mayor certeza sobre que ese cambio climático es inducido por las actividades de la humanidad. En esto último han insistido los científicos que integran el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), los investigadores que más saben sobre el calentamiento global.

Ahora, un estudio adelantado por el Instituto de Física Atmosférica (IAP) de la Academia China de Ciencias, la Universidad de la Academia China de Ciencias (UCAS) y la Oficina Meteorológica del Reino Unido, aporta las primeras pruebas observaciones y sistemáticas de que el cambio climático “está haciendo más volátiles los regímenes de precipitaciones en todo el mundo”.

El estudio, publicado recientemente en la revista científica Science, muestra el aumento sistemático de la variabilidad de las precipitaciones desde 1900, tanto a escala global como regionales, y desde escalas temporales diarias, hasta las intraestacionales que abarcan meses.

Como explican los investigadores, por variabilidad de las precipitaciones se entiende tanto la irregularidad en el tiempo como en la cantidad de la lluvia. “Una mayor variabilidad significa que las precipitaciones se distribuyen de forma más desigual a lo largo del tiempo, dando lugar a periodos húmedos más lluviosos y periodos secos más secos”, apuntan los científicos.

Un ejemplo, dicen, puede ser lo que ya está sucediendo en varios lugares del planeta: llueve lo de todo un año en pocos días, luego vienen periodos de sequía seguidos de fuertes aguaceros e, inclusive, alternar rápidamente entre sequías e inundaciones.

Para entenderlo mejor, vale la pena recordar el ejemplo que daba hace unas semanas Ghisliane Echeverry, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), cuando en El Espectador explicábamos qué podía venir para el país con el fenómeno de La Niña que, en varias regiones de Colombia, se manifiesta precisamente con más lluvias.

“Lo voy a decir en términos de gotas. Uno espera, por ejemplo, que en noviembre caigan 20 gotas en todo el mes. Lo que puede ocurrir, y lo que está generando el cambio climático, es que esas 20 gotas caigan en dos días, lo que genera un impacto muy fuerte sobre los territorios, que conduce a que se generen desastres”, explicaba Echeverry.

Ahora, regresando al estudio que fue publicado recientemente, los investigadores descubrieron, a través del análisis de una amplia gama de datos de observación, que la variabilidad de las precipitaciones ha aumentado desde la década de 1900 en más del 75 % de las zonas terrestres estudiadas.

Zhang Wenxia, autor principal del estudio y profesor asociado del IAP, señaló que “el aumento de la variabilidad de las precipitaciones se debe principalmente a las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero, que han provocado una atmósfera más cálida y húmeda”.

Esto, en palabras de Wenxia, “significa que, aunque la circulación atmosférica siga siendo la misma, la humedad adicional en el aire provoca episodios de lluvia más intensos y fluctuaciones más drásticas entre ellos”.

Por su parte, Zhou Tianjun, científico principal del IAP y profesor de la UCAS, aseguró que “el futuro que tanto nos preocupa ya está aquí. El aumento de la variabilidad de las precipitaciones que observamos añade pruebas cruciales de cambios diarios de mayor envergadura, lo que hace más difícil predecir los impactos ambientales y prepararse para ellos”.

Estos cambios rápidos y extremos en los patrones climáticos, concluye Wu Peili científico experto de la Met Office y coautor del estudio, plantea riesgos “significativos para la resistencia climática de las infraestructuras, el desarrollo económico, el funcionamiento de los ecosistemas y los sumideros de carbono”.

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Edith(65351)26 de julio de 2024 - 02:05 p. m.
Es cierto!...Hace falta tomar la decisión de aumentar el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza
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