Algo extraño sucedió a inicios del 2025 en el océano Pacífico. En el Golfo de Panamá, no muy lejos de Colombia, ocurrió una situación que tiene preocupados a los científicos: detectaron que, por primera vez en 40 años, no se presentó un fenómeno que es usual en esa región.
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Se trata de un fenómeno natural al que llaman “afloramiento” y que se refiere al ascenso de una enorme masa de agua fría desde la profundidad del océano hasta la superficie. Ocurre año tras año, entre enero y abril, y es esencial para muchas especies marinas, pues arrastra nutrientes que están en el fondo y que aprovechan para alimentarse.
Con una temperatura unos 10 grados Celsius más baja que la de la superficie, esa agua fría también ayuda a proteger los arrecifes de coral y es clave para que haya una pesca productiva en esa región.
Sin embargo, este año eso no ocurrió y los científicos que se dedican a entender la complejidad del océano están muy inquietos. “Nunca habíamos visto algo así”, le dijo al diario The New York Times Ralf Schiebel, paleoceanógrafo del Instituto Max Planck de Química que estudia la región.
El hallazgo lo dieron a conocer a través de un estudio que fue publicado en la revista especializada PNAS hace unos días y que fue liderado por Aarón O’Dea y Andrew J. Sellers, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).
Allí son claros: “Las consecuencias son probablemente significativas, incluyendo disminuciones en la productividad pesquera y un estrés térmico exacerbado en los corales que típicamente se benefician del enfriamiento”.
“Se atenuaron los descensos de temperatura y los aumentos de productividad típicos de esta época del año”, escriben en un breve comunicado.
Los científicos aún no tienen mucha claridad sobre los motivos por los cuales está ocurriendo eso. Barajan algunas teorías, como lo señalan en el artículo. Lo más probable, indican, es que haya una relación con los vientos alisios.
Estos vientos, habituales en la estación seca, son, precisamente, los que impulsan esa agua fría en el Golfo de Panamá, pero este año solo se presentó una cuarta parte de los que usualmente experimentaba esa región. Es posible que en ello haya incidido el fenómeno de La Niña que se presentó a finales del 2024.
Sin embargo, los investigadores creen que, para saber a ciencia cierta qué es lo que está ocurriendo, se requieren muchas más investigaciones. Aún es pronto para saber, por ejemplo, si el calentamiento global es uno de los factores culpables de esta situación.
Lo que sí tienen claro, como le explicó Seller a The New York Times, es que las consecuencias son muy graves y pueden incidir en todo el sistema alimentario. Pueden resultar afectados desde los corales, que necesitan de esa agua fría para no verse afectados por las altas temperaturas -que pueden causarles episodios de blanqueamiento-, hasta los grandes mamíferos que pasan por esa zona. Entre ellos, ballenas y delfines.
La otra pregunta que se están haciendo, como anotaron en el artículo, es si este “afloramiento” fallido será único o si será el primero de otros que se empiecen a presentar en años posteriores.
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