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Las ballenas de Groenlandia son conocidas por ser uno de los animales con la capa de grasa más gruesa del mundo. Y no es gratuita su fama. Esta grasa les ayuda a mantener su temperatura corporal en las frías aguas en las que habitan, entre el Atlántico Norte y el Océano Ártico, en las costas de Canadá y Groenlandia. (Le puede interesar: Los puntos claves del Tratado que busca proteger la biodiversidad de las aguas internacionales)
Pero, esta no es la característica más impresionante de estos mamíferos. También son conocidas como ballenas boreales o ballenas de cabeza arqueada, pueden medir unos 20 metros en su edad adulta y comen prácticamente durante todo el día, pues nada con la boca abierta.
Además, hasta este miércoles 26 de julio se creía que tenían un proceso de gestación de unos 14 meses, producto del cual daban a luz a ballenatos de una tonelada y 4.5 metros de largo.
Sin embargo, un grupo de investigadores se dieron a la tarea de analizar las dinámicas de gestación y el ciclo reproductivo de estas ballenas. En su estudio, publicado el miércoles en la revista The Royal Society, encontraron que hasta el momento la ciencia desconocía. (También puede leer: El colombiano Santiago Madriñán gana premio internacional por su labor en conservación)
Los científicos analizaron los niveles de progesterona de diez ballenas boreales, siete maduras (de más de 14,35 metros de largo) y tres inmaduras (de menos de 14,35 metros). Con esto, buscaban tener las primeras estimaciones del perfil endocrino de estas ballenas, con el fin de conocer un poco más sobre su gestación.
Así se dieron cuenta de que las ballenas maduras mantenían niveles altos de progesterona, indicadores de embarazo, durante 23,6 meses en promedio, casi diez meses más de lo que se creía antes. Además, también midieron los niveles de estradiol y corticosterona, dos hormonas que son indicadores de estrés internos y que estarían relacionadas con el embarazo. Las tres hormonas fueron medidas en los tejidos de las barbas de estos animales.
Ante esto, los investigadores plantearon varias hipótesis. La primera es que sí se trate de un embarazo de 23,6 meses, algo que rompería los récords de gestación entre los mamíferos. Pero, hay otras posibles explicaciones. (Le recomendamos: Los pájaros usan basura humana para señalizar sus nidos)
Una es que las ballenas boreales tengan una primera fase de gestación con períodos de celo extensos o implantación retrasada, que se sucederían, en una segunda fase, con la gestación activa. Esto podría explicar por qué se presentan niveles sostenidos de las tres hormonas durante tanto tiempo.
Esto, dicen los investigadores, tendría un sentido evolutivo: al vivir en aguas árticas y con cambios ambientales difíciles de predecir año a año, estas variaciones en su sistema de gestación podrían ayudarles a garantizar el éxito reproductivo.
Finalmente, aseguran que es necesario llevar a cabo más investigaciones con estas ballenas, testeando los niveles de otro tipo de hormonas y otros tejidos del cuerpo, con lo que podría obtener una caracterización más certera de los ciclos reproductivos y de gestación de estas ballenas. (Le puede interesar: Cambio en la dirección de una organización climática clave para el mundo)
Por lo pronto, esta evidencia da muestras de que tendrían un sistema fisiológico de reproducción mucho más largo y complejo de lo que se creía, y sin precedentes entre los mamíferos.
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