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Un grupo de científicos ha documentado, por primera vez, la fabricación y el uso generalizado de herramientas por parte de orcas salvajes. Así lo informan en un estudio publicado en Current Biology. Aunque el uso de herramientas se ha observado en varias especies terrestres —y, en menor medida, en algunos animales marinos—, este estudio presenta un comportamiento completamente novedoso en cetáceos, dicen sus autores: el uso cooperativo de fragmentos de algas como herramientas para el acicalamiento entre individuos, en una población de orcas residentes del sur (Orcinus orca ater) que habita el mar de Salish, entre Canadá y EE. UU.
Entre abril y julio de 2024, los investigadores realizaron observaciones aéreas con drones durante 12 días de muestreo. En ese tiempo, documentaron 30 episodios del comportamiento, que bautizaron como "allokelping" (del griego allos, “otro”, y kelping, que hace referencia al contacto con algas). A diferencia del kelping tradicional —cuando un cetáceo se frota individualmente con algas flotantes—, el allokelping implica la interacción de dos orcas, donde al menos una de ellas fabrica activamente un segmento corto de alga toro (Nereocystis luetkeana) y luego lo usa en conjunto con su pareja para frotarse mutuamente.
Este comportamiento implica un proceso mecánico elaborado, escriben los autores: la orca toma un tallo largo de alga con sus dientes, lo sujeta por el extremo del estípite (la parte más delgada del tallo) y, mediante movimientos corporales y la resistencia de la planta, lo separa cuidadosamente en un tramo más corto y manejable. Luego, se acerca a otra orca, coloca el trozo de alga entre ambas y lo posiciona con el hocico contra el cuerpo de su compañera. Ambas orcas cooperan en mantener la alga en contacto entre sus cuerpos mientras la hacen rodar, en un proceso que puede durar desde unos segundos hasta varios minutos.
El allokelping fue observado en orcas de todas las edades y sexos, dentro de los tres clanes sociales principales de la región (grupos J, K y L). En particular, dentro del grupo J —el más observado— se registraron 19 individuos de seis matrilinajes diferentes practicando esta conducta. En algunos casos, las parejas intercambiaban roles, alternando quién iniciaba el contacto. Incluso se observaron reinicios del comportamiento tras pausas , y contactos de hasta 12 minutos, lo que sugiere una dinámica social estructurada más que un juego.
A diferencia del juego con objetos que se ha registrado en otros delfínidos, como juegos de persecución, saltos o “mantener lejos” un objeto, el allokelping tiene una secuencia muy estereotipada, es decir, se repite con patrones similares entre distintos individuos, se lee en la investigación. Además, está presente en todo el grupo social y no se limita a ejemplares juveniles, lo que refuerza la idea, según los autores, de que no es simplemente un juego, sino una conducta funcional. Los investigadores plantean que podría estar relacionado con el cuidado de la piel, similar al que otros cetáceos logran al frotarse con rocas o arena.
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El allokelping podría representar un caso de acicalamiento social asistido por herramientas, donde el objeto no solo ayuda a eliminar piel muerta o parásitos, sino que también refuerza los vínculos sociales, creen los autores. Este tipo de acicalamiento, aunque común entre primates, es extremadamente raro en otras especies y prácticamente inexistente en cetáceos. Lo más notable es que, en este caso, la herramienta no es manipulada con extremidades, sino con el centro del cuerpo, algo inédito entre los animales no humanos que usan herramientas.
A partir del análisis preliminar, el estudio encontró que la frecuencia del allokelping se correlaciona positivamente con el parentesco materno y la similitud de edad entre las orcas, al igual que otros comportamientos afiliativos en esta población. También hay indicios de que este comportamiento se relaciona con los niveles de muda de piel, lo que apoyaría su función higiénica. Sin embargo, no se encontró relación con la edad general de los individuos, lo que lo diferencia del juego, que suele disminuir con la madurez. Los autores proponen que el allokelping es un comportamiento cultural exclusivo de las orcas residentes del sur, aprendido socialmente y transmitido entre generaciones. Este descubrimiento no solo amplía el conocimiento sobre la inteligencia y la complejidad social de las orcas, sino que también tiene implicaciones de conservación. Dado que estas orcas están en peligro crítico de extinción, y que el alga toro está desapareciendo por efecto del calentamiento de los océanos, la pérdida de este comportamiento cultural sería otra consecuencia silenciosa de la crisis climática.
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Además, el hallazgo destaca que el allokelping podría ser el primer caso documentado de fabricación de herramientas en mamíferos marinos, y uno de los pocos en todo el reino animal donde la herramienta beneficia simultáneamente a dos individuos. También sería el primer caso en el que la herramienta se manipula sin extremidades ni boca, lo que lo convierte en un hito muy importante dentro del estudio del comportamiento animal.
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