Durante el último día de la cumbre mundial de cambio climático de las Naciones Unidas, el Ministerio de Ambiente de Colombia presentó la Declaración de Belém sobre la Transición Fuera de los Combustibles Fósiles, que busca comprometer a los países con la reducción de la producción, el consumo, así como la emisión las licencias y los subsidios a estas industrias.
El anuncio que realizó Colombia —en nombre de una coalición de más de 35 países— busca consolidar una alianza de países que reconocen la urgencia de acelerar la transición fuera de los combustibles fósiles, y que se comprometen a fortalecer la cooperación internacional para lograrlo.
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¿Qué establece la declaración? Entre los principales puntos que establece el documento es “el llamado a impulsar una hoja de ruta para una transición justa, ordenada y equitativa que permita abandonar los combustibles fósiles y ampliar la acción colectiva”.
De esta manera, los países adherentes se comprometen con la importancia de acelerar las energías renovables, así como, entre otros puntos, la necesidad de apoyar a trabajadores y comunidades vulnerables en países dependientes la producción de combustibles fósiles.
“Los Estados tienen obligaciones legales (ratificadas por la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia) que incluyen tomar medidas para reducir emisiones asociadas a combustibles fósiles. Además, se busca acelerar la transición al exigir acciones complementarias más allá de los procesos regulares de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático”, explicó el Ministeriod de Ambiente, a través de un comunicado.
“El mensaje es inequívoco: debemos salir de esta COP con una hoja de ruta global que guíe, no de manera simbólica, sino concreta, nuestros esfuerzos colectivos para eliminar gradualmente los combustibles fósiles. No queremos un gesto voluntario: necesitamos una apropiación global. Esta declaración se basa en una simple verdad científica: los combustibles fósiles son el principal impulsor de la crisis climática, y mantener el objetivo de 1,5 °C requiere una eliminación rápida, justa y totalmente financiada”, afirmó la ministra de Ambiente (e), Irene Vélez.
En esta misma línea, representantes de 40 naciones, envió una carta a la presidencia de la COP30 en la que aseguran que el estado actual del texto final de las conclusiones del evento son insuficientes para cumplir con la meta de limitar el aumento de las temperaturas en el planeta en 1,5 °C para finales de siglo.
“Reconocemos el esfuerzo significativo de la Presidencia para acercar el proceso a su conclusión y reafirmamos nuestro compromiso de participar de manera constructiva. Sin embargo, debemos ser honestos: en su forma actual, la propuesta no cumple las condiciones mínimas necesarias para un resultado creíble en esta COP”, se lee en el documento.
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