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Diálogo con la Amazonía: una apuesta necesaria para salvar el planeta

El sabedor murui Oscar Román Jitdutjaaño, el antropólogo y lingüista Juan Álvaro Echeverri Restrepo, el filósofo Leonardo Ordóñez Díaz y la antropóloga María Clara Van der Hammen dialogaron con el rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, sobre diálogos interculturales en la Amazonía.

Centro ODS
01 de diciembre de 2020 - 11:27 p. m.
Echeverry y Enokakuiodo identificando plantas en el laboratorio de la UNAL sede Amazonia.
Echeverry y Enokakuiodo identificando plantas en el laboratorio de la UNAL sede Amazonia.
Foto: Cortesía FAAE

“Lo que es más prohibido es lo que más nos gusta, eso es lo que significa la sal /El goteo, goteo de sal está en el cuerpo/En vano vamos cayendo en un error”. Estos son fragmentos de un discurso de Enokakuiodo—Oscar Román Jitdutjaaño— durante la última sesión de la Cátedra Nuestro Futuro sobre la Amazonía. Román Jitdutjaaño es un indígena Murui-Nipode y sabedor del resguardo Andoque, ubicado en Araracuara (caño Aduche), entre los departamentos de Caquetá y Amazonas. A través de un video, Román les explicó a los espectadores lo que significa la sal para su comunidad y sus ancestros. Más allá de un elemento mineral, la sal puede leerse como una metáfora de los ciclos de la vida y la relación entre los humanos y las especies.

En esta cuarta sesión, Alejandro Gaviria, rector de la Universidad de los Andes, moderó una conversación sobre el diálogo de saberes y las diferentes visiones en torno a la Amazonía. En este último panel participaron, además de Oscar Román Jitdutjaaño, Juan Álvaro Echeverri Restrepo, profesor de Antropología de la Universidad Nacional y especialista en lenguas y culturas indígenas; Leonardo Ordóñez Díaz, filósofo de la Universidad del Rosario y doctor en Literatura de la Universidad de Montreal, en Canadá, y María Clara Van der Hammen, antropóloga y doctora en Antropología Cultural de la Universidad de Utrecht.

En la presentación del evento, Manuel Rodríguez, profesor emérito de la Universidad de los Andes y miembro fundador de Centro ODS, le rindió un homenaje a Camila Botero Restrepo, quien fue directora de la Fundación Alejandro Ángel Escobar desde 1990 y fue directora de la biblioteca de la Universidad de los Andes, así como profesora de ciencias políticas en la misma institución. En 1997, junto con la Universidad de los Andes y Fescol, creó el Foro Nacional Ambiental. Botero falleció el pasado 13 de noviembre, a sus 84 años. En palabras de Rodríguez, Botero fue una mujer visionaria y polifacética, un monumento para las ciencias y el medio ambiente.

La sal

En la primera presentación, el profesor Juan Álvaro Echeverri expuso el trabajo que ha realizado con Román Jitdutjaaño durante los últimos 20 años. Echeverri explicó el concepto de “la ciencia del espíritu” a partir del ejemplo de la sal, un mineral que a los ojos de un forastero puede parecer sutil, pero que nos habla sobre la fecundación y el crecimiento, el deseo y la muerte y la relación con otras especies.

Román Jitdutjaaño es el segundo sobreviviente de su clan, estudió primaria en un orfanato en la Chorrera y luego recorrió diferentes zonas de la Amazonía hasta que, en los años 60, se fue a vivir con su esposa al Araracuara, donde asesoró a etnólogos, biólogos y botánicos extranjeros. En 1994 conoció a Echeverri: “Óscar, con toda su lucidez, me daba pistas sobre el futuro de la etnobotánica y nuevos acercamientos a la biodiversidad”. Fue así como ambos presentaron un proyecto sobre etnobotánica que se centró en la sal vegetal y el conocimiento indígena. (Biodiversidad para la educación sexual: la experiencia amazónica)

En ese trabajo, Echeverri y Román Jitdutjaaño hablan tanto de la taxonomía de la sal así como de sus significados en la cosmovisión indígena. Según Echeverri, desde la visión occidental se generan acercamientos sobre un mismo objeto, en este caso la sal, mientras que desde la cosmovisión indígena la misma condición humana construye diferentes objetos y se hablaría entonces de “la sal del asunto”. La sal, por ejemplo, se usa para hablar de temas como: la fecundidad, el aborto, las especies vegetales y sus ciclos as capacidades del cuerpo humano, entre otros.

Existen diferentes “sales” y las podemos ver en las relaciones sexuales, en donde los seres se encuentran para fecundar. En este mismo sentido, los indígenas en la Amazonía manejan unos canales de comunicación con diferentes especies animales y vegetales. La vida de las plantas, por ejemplo, nos habla sobre los deseos, los proyectos y el padecimiento como fuente de sabiduría. Como sucede con la Palma Real Joven, en los seres humanos también las enfermedades aparecen en los procesos de aprendizaje.

Para terminar, Echeverri presentó un texto de Oscar Román Jitdutjaaño, en el que habla sobre dos océanos y dos pueblos: Europa y América. “Cada uno habla con su propia voz, cada uno vive de acuerdo con su origen. La sexualidad, sin embargo, es la misma: es peligrosa, hay que saber. La maestra de educación sexual (biodiversidad) es la que sabe, porque ya lo ha experimentado todo”.

Dialogar con la selva

En un segundo momento, el filósofo Leonardo Ordóñez nos habló sobre su trabajo de análisis literario relativo a la Amazonía. De acuerdo con Ordoñez, el potencial de la narrativa hispanoamericana puede arrojar luces en torno a los problemas “eco bio políticos” actuales de la región. Fenómenos como la deforestación, por ejemplo, están relacionados con lo que el profesor llamó cosmovisiones, escalas de valores, actitudes, creencias e imaginarios.

Así las cosas, Ordóñez hizo un repaso por las novelas históricas, canónicas, aquellas relegadas por el canon y otras protagonizadas o escritas por mujeres. También se estudiaron crónicas y cuentos relativos al Amazonas. ¿De qué selva estamos hablando? Esta fue una pregunta guía para comprender cómo han visto durante la historia los narradores a la selva amazónica.

En los imaginarios, Ordóñez encontró ideas sobre la selva exuberante, vacía, enmarañada, malsana y devoradora. Todos esos imaginarios hacen parte de una herencia colonial. No obstante, también existen otros imaginarios en la literatura que han sido ignorados. En las obras regionalistas aparece la selva frágil, aquella que está al asedio de la ambición y la violencia humana. En algunos de estos relatos la Amazonía es descrita como un ecosistema en peligro inminente, necesitado de cuidado y atención.

Según el expositor, las narrativas de la selva muestran muchas veces imaginarios, al parecer contradictorios, de paraíso virgen e infierno verde. En ese sentido, Ordóñez habla sobre “conjurar el influjo de los imaginarios coloniales y de la óptica patriarcal, a fin de percibir la selva de forma más ajustada a la realidad”. Ordóñez también recomienda recuperar los saberes locales para aprender a convivir con los ecosistemas de la selva húmeda, creando una relación de simbiosis y de cooperación.

Para terminar, Ordóñez habló sobre dos temas que no pueden pasar desapercibidos en futuras discusiones sobre la Amazonía. “No olvidemos que la situación de las selvas se inscribe en el marco de un problema de mayor envergadura: el impulso humano milenario por conquistar la naturaleza, por reducir su alteridad, por civilizar los entornos salvajes, por apropiarse de del planeta”. Y por otro lado, señaló que “los procesos de pérdida masiva de diversidad biocultural, el calentamiento global, la contaminación oceánica y otros similares desatados o empeorados por la gran aceleración capitalista gravitan pesadamente sobre cualesquiera medidas que se adopten en relación con la Amazonía y otra áreas selváticas”.

Aprender a dialogar con la selva

Para Alejandro Gaviria, el trabajo de Ordóñez es importante en la medida en que nos invita no solo a vivir con la selva, sino a dialogar con otros imaginarios sobre ella. Es necesario, agregó, pensar cómo la ciencia ha generado un impacto en nuestra capacidad de diálogo con la Amazonía. Las fronteras imaginarias, dijo, se tienen que ir borrando para adentrarnos en nuevas discusiones como la de la economía global basada en el respeto por la biodiversidad y la diversidad cultural.

Esta última sesión fue comentada por la antropóloga María Clara Van Der Hammen, quien durante las últimas décadas ha estudiado los pueblos amazónicos. Para ella, el cambio cultural es una tarea supremamente difícil. Sin embargo, desde la oralidad y los imaginarios se pueden crear nuevas representaciones de la Amazonía que se alejen de esa mirada “antropocentrista y patriarcal” . Reemplazar estas imágenes y escrituras creativas, agregó, nos puede ayudar a generar una nueva comprensión sobre el cuidado de la selva.

Por Centro ODS

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