
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Ya se cumplieron más de dos meses desde que el Servicio Geológico Colombiano (SGC) cambió el nivel de actividad del volcán Nevado del Ruiz a naranja, lo que quiere decir que existe una probabilidad de que en días o semanas haga una erupción mayor a las que ha hecho en los últimos 10 años.
En el último boletín sobre la actividad del Ruiz, el SGC reiteró que el nivel de actividad permanece en naranja. Desde la mañana del pasado martes 6 de junio hasta la mañana de este miércoles, “la actividad sísmica relacionada con fracturamiento de roca al interior del edificio volcánico aumentó en el número de sismos y disminuyó levemente en la energía sísmica liberada”, con relación a lo registrado durante el 5 de junio. (También puede leer: Minambiente anuncia golpe a responsables de deforestación en Parque Paramillo)
Los sismos presentados fueron de baja energía y continúan localizados principalmente en el sector nororiental del volcán, a una distancia máxima de 4 kilómetros desde el cráter Arenas. Ahí también se presentó sismicidad, aunque en menor proporción. Las profundidades oscilaron entre 1 y 5 kilómetros
Los sismos asociados al movimiento de fluidos en el interior de los conductos volcánicos disminuyeron y mostraron niveles similares de energía sísmica, en comparación al 5 de junio. “Algunas de las señales sísmicas estuvieron asociadas a emisiones pulsátiles de ceniza confirmadas a través de las cámaras web utilizadas para el monitoreo volcánico”, agregó el SGC.
Por otra parte, continúan las variaciones en la desgasificación de dióxido de azufre y la salida de vapor de agua y ceniza desde el cráter a la atmósfera. Con relación a la altura máxima observada de la columna de gases y vapor, esta fue de 300 metros medidos desde la cima del volcán y la dirección preferencial de dispersión se mantuvo hacia el noroccidente del edificio volcánico. (Le puede interesar: “Las aves brindan muchos beneficios y son una fuente de ingresos para el turismo de Colombia”)
Por otra parte, los satélites siguen detectando anomalías térmicas “importantes” en el fondo del cráter, lo que indica la presencia de material muy caliente cerca de la superficie. “Es muy importante tener en cuenta que la recurrencia de salida de ceniza a veces pulsátil y a veces de manera más continua, la persistencia de una leve deformación del terreno, así como las variaciones en la salida de dióxido de azufre, indican que el volcán todavía podría hacer una erupción importante en días o semanas”, señaló el Servicio.
Por todas estas características, el nivel de actividad del volcán permanece en naranja. Para que cambie de nivel y vuelva al amarillo, por ejemplo, “se requiere un tiempo prudencial donde se puedan observar tendencias y patrones que permitan inferir la posible disminución de la actividad, aspectos que todavía la actual actividad el volcán no muestra”.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜