Carlos Mario Marín Correa, el nuevo alcalde de Manizales, es reconocido por su batalla para proteger la reserva de Río Claro, una de las zonas más ricas en biodiversidad del mundo. Con una extensión de 4.932 hectáreas de bosque, se ha convertido en un sitio predilecto para realizar aviturismo. Además, su ubicación estratégica, en la zona alta de la cuenca del río Chinchiná, permite que suministre el 35 % del agua para consumo humano en la ciudad. (Lea: El enredo alrededor de la reserva Río Blanco)
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Sin embargo, esas riquezas hacen que este ecosistema esté en jaque. En el predio La Aurora, una zona aledaña a la reserva forestal, una de las constructoras más importantes de la región (CFC & Asociados S. A.) quiere construir un proyecto urbanístico, en el que habitarían cerca de 10 mil personas en más de 2 mil viviendas. Con el objetivo de protegerla, desde hace siete años se han presentado alegatos, audiencias, investigaciones, demandas y hasta se ordenó su suspensión. Carlos Mario, entonces concejal, junto a líderes ambientalistas consiguieron que la reserva estuviera en la agenda nacional.
Esta lucha, quizás la más representativa en su carrera, lo han llevado a ser catalogado como un alcalde verde. Entre sus propuestas, además de seguir con la reforestación y la conservación de la reserva, está la construcción de la primera planta de tratamiento de aguas residuales, con la que se buscará la descontaminación de parte de la cuenca del río. Sin embargo, confiesa, para su ejecución aún le faltan $15 mil millones. En entrevista cuenta porqué a dos días de que se diera la adjudicación del proyecto se cayó la negociación, qué recursos faltan o cuáles son los otros puntos hídricos que va a tratar. (Puede leer: “La protesta trae esperanza”: Carlos Mario Marín, alcalde electo de Manizales)
Desde 2017, cuando era concejal, abanderó la defensa de la reserva de Río Claro, una de las más importante de Colombia. ¿Qué retos tuvo en ese momento?
El estar batallando en la calle fue muy difícil y llegué a ser concejal porque fui recogiendo monedas con alcancía, explicándoles a las personas mis propuestas. Sin embargo, esa independencia que me permitió enfrentar gente muy poderosa, como políticos y empresarios, me llevó a recibir muchas amenazas. Fue una persecución muy fuerte a mí y a mi familia. En menos de tres meses me llegaron tutelas, demandas y mi sueldo no me daba para pagar un abogado. Pero, el haber sido arrestado es quizás el momento que me hizo reflexionar. Hace un año perdí mi libertad por orden de un juzgado que me obligaba retractarme por otra tutela y yo ya lo había hecho. Luego de 20 horas me dieron la razón y quedé en libertad. Después, atravesé un proceso familiar muy doloroso, como la muerte de mi mamá, que me ayudó a valorar la labor que han realizado los líderes en el país.
¿Cuáles son las estrategias que propone como alcalde para la conservación de la reserva?
Río Blanco se ha convertido en un símbolo para Colombia. Después de haber sido una reserva invisible, logró protegerse por encima de muchos intereses, incluso por encima de la reserva Van der Hammen, que en Bogotá ha sido tan polémica. Mi estrategia es apostarle a crear reservas forestales más grandes. Hace 50 años, cuando se empezó a reforestar el ingeniero Conrado Gómez Gómez, que ya no vive, pensó a futuro cómo iba a vivir Manizales y por eso nació una reserva que tiene cinco mil hectáreas de bosque. Hoy mi tarea es visionar a futuro, puede ser a 50 años, donde más hay que proteger las fuentes hídricas para que nuestra ciudad pueda seguir creciendo de manera equilibrada y proteger estas fuentes. Además, buscamos seguir reforestando la parte alta de la reserva de Río Blanco y agrandar las hectáreas de bosque que necesitan proteger los ríos y quebradas. Para ello, realizaremos estudios en conjunto con Corpocaldas de capacidad de carga, con el objetivo de determinar los posibles usos en intensidad de ecoturismo y especialmente avistamiento de aves, sin alterar el medio ambiente. También, en el plan de trabajo, está descontaminar las cuencas de donde nace el suministro hídrico de la ciudad.
Una de las propuestas es impulsar la planta de tratamiento. ¿Cómo va a ser su ejecución?
Como alcalde electo, pero sin poder tomar decisiones, denuncié los problemas de corrupción que podría tener esta planta de tratamiento. Logré que con la ayuda del Gobierno nacional se frenara esta licitación, que estaba a dos días de ser adjudicada. Mi compromiso es que los expertos internacionales o los mejores ranqueados puedan participar sin pensar que este concreto va a ser adjudicado a dedo. Si esta planta de tratamiento sale adelante, se puede descontaminar las cuencas del río Chinchiná.
¿Cuál será el plan de trabajo con esta planta de tratamiento?
Como se cayó el contrato, tuvimos que construir unos pliegos que le dieran las garantías a todos los organismos y las empresas que querían participar. Esperamos que, más o menos en junio o julio, culminemos los estudios y asó poder hacer la adjudicación. Hablé con el viceministro de Agua y Saneamiento Básico, José Luis Acero, para terminar de conseguir los recursos que hacen falta en esta planta de tratamiento. Hoy estamos trabajando para poder tener los colectores de agua. La planta tratará gradualmente el 50% de las aguas residuales de la ciudad y contará, además, con la capacidad de tratar el 100% del área urbana del municipio de Villamaría.
¿Qué recursos faltan?
Faltan alrededor de $15 mil millones para terminar de construir la planta de tratamiento, pero con el viceministro de Agua y Saneamiento Básico estamos vigilando de dónde pueden salir. Necesitamos el apoyo del Gobierno nacional y de los diferentes entes, aquí podrán ver una gran oportunidad de descontaminar el agua.
Además de la reserva de Río Claro, ¿en qué otros puntos hídricos van a trabajar?
La cuenca del río Chinchiná va a ser el proceso más importante, vamos a tener el beneficio de los ciudadanos de Manizales con sus aguas tratadas. También queremos mejorar la situación de la quebrada Manizales, que está altamente contaminada porque recibe los vertimientos de la actividad industrial. Buscaremos un diálogo para que este sector se conecte al sistema de tratamiento y vertir sus aguas tratadas.