Al mediodía de este martes 22 de julio, el Ministerio de Ambiente radicó ante el Congreso, con mensaje de urgencia, el proyecto de ley que busca prohibir, en todo el país, la exploración y explotación de yacimientos no convencionales de petróleo y gas, así como el uso de la técnica conocida como fracking.
“Esta ley nace del mandato ciudadano de cuidar nuestro territorio. El fracking no solo contamina, también enferma y destruye. Es por esto que, la Ley Antifracking defiende el derecho a vivir sanamente, a proteger el agua y a respetar la madre tierra. Decir no al fracking es decir sí a una economía que valora la vida y la dignidad de las comunidades”, afirmó la ministra Lena Estrada, durante la radicación del proyecto.
Vale señalar que la ministra confirmó que se trata del mismo proyecto de ley que fue archivado en el Congreso, durante la pasada legislatura, al no agendarse su debate y no lograr un consenso entre los congresistas que discutían el proyecto.
Para respaldar la iniciativa, el Ministerio de Ambiente aseguró que hay evidencia científica y técnica suficiente sobre los efectos del fracking, entre los que se encuentran: la contaminación del agua, aire y suelos, con riesgos para la salud de las personas; el consumo excesivo de agua (un solo pozo puede usar hasta 15 piscinas olímpicas de agua), la contaminación de ríos y acuíferos con productos químicos tóxicos, la generación de residuos peligrosos (algunos con presencia de materiales radiactivos), afectaciones a la agricultura, la ganadería y la biodiversidad, emisiones de gases contaminantes, como el metano, que agravan el cambio climático, entre otros.
“Se estima que cada pozo necesita la inyección de grandes cantidades de agua a presión, cerca de 44 millones de litros, cantidad que debe ser utilizada nuevamente cada 3 a 6 años. Esto agrava la presión sobre fuentes hídricas ya vulnerables”, indicó el Ministerio de Ambiente, a través de un comunicado.
El fracking, como se sabe, es una técnica en la que se utiliza agua a presión, con una mezcla de arena, para poder romper y generar grietas en rocas que están kilómetros de profundidad de la tierra y estas liberen, por así decirlo, el gas o el petróleo que tienen almacenado.
Sin embargo, ha causado un intenso debate, pues algunas evidencias sugieren que podría contaminar algunas de las fuentes hídricas donde se lleva a cabo. Quienes se oponen suelen reiterar que se requiere muchas más información sobre sus impactos antes de que sea puesto en marcha en el país.
En este artículo están expuestos de forma más amplia los diferentes argumentos que se han puesto sobre la mesa.
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