Un adolescente australiano fue picado por un reconocido animal tóxico: el pulpo de anillos azules. El joven que recibió la picadura se llama Jacob Eggington, de dieciocho años, quien estaba nadando en la playa Shoalwater, cerca de Perth, Australia, cuando recogió una concha que contenía una especie de ese tipo de pulpo, según informó el medio local PerthNow. Sin saberlo, Egginton guardó el caparazón en su bolsillo y lo llevó a tierra para mostrárselo a su familia, pero, cuando estaba a punto de pasárselo a su sobrina, vio el animal y lo dejó caer al suelo.
No se pierda: Finaliza la COP28: por primera vez se acuerda alejarse de los combustibles fósiles.
Existen cuatro especies de pulpos de anillos azules, y aunque no suelen superar los 10 centímetros de largo, son lo suficientemente tóxicos como para paralizar y matar a un ser humano en cuestión de minutos si la picadura no se trata a tiempo. De hecho, lo que sucedió con Egginton fue que, después de examinar su pierna y encontrarse con una extraña picadura, fue llevado en camilla hasta el hospital más cercano, donde lo atendieron durante seis horas y lograron extraer el veneno.
Lea también: Los colores de un pájaro, mitad hembra, mitad macho, fotografiado en Colombia.
Estos pulpos resultan tan letales porque contienen tetrodotoxina, un veneno que impide que los nervios envíen señales a los músculos. Por eso, la persona que experimenta sus efectos siente debilidad y parálisis, incluso en su aparato respiratorio.
Sus efectos tienen tiempo incierto: pueden comenzar en cuestión de minutos o tardar horas en esparcirse. Por eso, los Centros para el Control de Prevención de Enfermedades, cuya presencia es a nivel mundial, recomiendan un tratamiento rápido y oportuno en cuanto se identifica la mordedura, ya que no se tiene un antídoto para luchar contra la tetrodotoxina.
Hasta ahora, solo se conoce de tres personas que han muerto por picaduras de pulpos de anillos azules. Por ejemplo, en marzo de este 2023, se conoció del caso de una mujer que fue picada dos veces en el abdomen mientras nadaba en una playa cercana a Sydney, Australia. Años atrás, en 2006, lo mismo le sucedió a un niño de 4 años en una playa de Queensland.
🌳 📄 ¿Quieres conocer las últimas noticias sobre el ambiente? Te invitamos a verlas en El Espectador. 🐝🦜