Las recientes declaraciones de Ángela Montoya, presidenta de Acolgén —gremio que agrupa a 18 plantas térmicas que producen el 86 % de la generación en Colombia—, dan un parte de tranquilidad al conocerse que el país está preparado para atender la ausencia de lluvias y seguir generando energía.
Este pronunciamiento de Acolgén descarta posibles racionamientos y afectación en las tarifas eléctricas para los usuarios en el territorio nacional, ante la rigurosa presencia del fenómeno de El Niño que ya afecta a algunas regiones en lo relacionado con el suministro de agua.
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Sobre el tema, el Ministerio de Vivienda, en su más reciente informe, señaló que “El Niño tiene en riesgo a 391 municipios, los cuales pueden padecer desabastecimiento de agua”.
Ricardo Lozano, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, informó que: “cerca del 90% de nuestros ríos en Colombia están teniendo graves problemas de reducción de sus niveles”.
A cuidar los recursos
Con la llegada de El Niño, que trae consigo la amenaza del desabastecimiento de agua, los incendios forestales, la disminución de los niveles de los embalses para la generación de energía eléctrica, entre otras situaciones preocupantes, Andesco recordó sobre la importancia de consolidar programas permanentes y no coyunturales, teniendo en cuenta que con aspectos como el cambio climático, la frecuencia e intensidad de los desastres derivados de los fenómenos de variabilidad climática, están incrementando.
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El gremio, destacado por ser abanderado en el seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia, indicó que hay que promover el ahorro de energía y una reingeniería del manejo de los recursos hídricos, incentivando el cuidado de las cuencas y fortaleciendo políticas de reforestación y lucha contra la deforestación, temas clave para adaptar al país y a la infraestructura del sector de los servicios públicos a esta realidad.
“Este llamado al ahorro de agua y energía, no debe ser un tema de tendencia o apariencia, sino un convencimiento y necesidad de que se refleje en bienestar y menores costos. No puede pasar más tiempo sin que entendamos que usar de manera adecuada los recursos naturales debe ser un modelo obligatorio de comportamiento”, puntualizó Sánchez.