
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Este mes es decisivo para que varios países ratifiquen sus compromisos ambientales. Por un lado está la COP 15 que busca salvaguardar la biodiversidad del planeta y, por el otro, está la COP26 que tiene como objetivo conseguir que más países prioricen al cambio climático en sus agendas políticas. (Lea: La producción de alimentos genera un tercio de las emisiones globales de GEI)
Como parte de este proceso, está el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Uno de ellos es el metano, que es un hidrocarburo y es el componente principal del gas natural. Para conseguir una reducción de sus emisiones, la Unión Europea y Estados Unidos han impulsado el Compromiso Mundial sobre el Metano, que tiene como objetivo reducir para 2030 sus emisiones mundiales en al menos un 30 % con respecto a los niveles de 2020.
Aunque este compromiso se lanzará de manera oficial en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), que se celebrará en Glasgow (Escocia), recientemente 24 países más anunciaron que se sumaran a él.
Se trata de Alemania, Canadá, República del Congo, Costa Rica, Costa de Marfil, los Estados Federados de Micronesia, Filipinas, Francia, Guatemala, Guinea, Israel, Japón, Jordania, Liberia, Malta, Marruecos, Nigeria, Pakistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Ruanda, Suecia y Togo.
Por medio de un comunicado, la Unión Europea y Estados Unidos aseguraron que “con estos compromisos, nueve de los 20 principales emisores de metano del mundo participan ahora en el Compromiso, lo que representa alrededor del 30 % de las emisiones mundiales de metano y el 60 % de la economía mundial”. (Puede leer: Elaboran el mapa de emisores de metano más grande del mundo)
Además, más de 20 organizaciones anunciaron compromisos combinados de más de 200 millones de dólares para apoyar la implementación del Compromiso Global de Metano. Esta iniciativa nació en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima (MEF), celebrado el 17 de septiembre pasado. Además de Estados Unidos y la Unión Europea, ese día se sumaron al compromiso Argentina, Ghana, Indonesia, Irak, Italia, México y Reino Unido.
Si se consigue aplicar de forma exitosa esta iniciativa reduciría el calentamiento global en al menos 0,2 grados Celsius para 2050, según el comunicado. Por eso, el objetivo de Estados Unidos y de la Unión Europea es invitar a más países a sumarse a esta iniciativa.
¿Por qué es importante reducir las emisiones de metano?
El metano es un potente gas de efecto invernadero y, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), es responsable de cerca de la mitad del aumento neto de un grado Celsius de la temperatura media mundial desde la era preindustrial. Es decir, entre el 30% y el 50% del incremento en las temperaturas se debe a este gas.
El metano, CH4, proviene generalmente de las actividades humanas con la naturaleza que están relacionadas con la ganadería intensiva, algunas prácticas agrícolas, la extracción de combustibles fósiles o la quema de residuos, por ejemplo. Se estima que el 40% de sus emisiones totales se originan de fuentes naturales, como los humedales. (Lea también: Nueva meta climática: reducir las emisiones de metano un 45% en 10 años)
Este compuesto es el segundo gas de efecto invernadero que más contribuye al calentamiento global de la tierra, el primero sigue siendo el dióxido de carbono, CO₂. Puede permanecer en la atmósfera durante décadas o siglos y, recientemente, ha superado los niveles adecuados.
Solo en 2019 se registró que los niveles de metano en la atmósfera alcanzaron cerca de dos veces y medio más de lo que había en la era preindustrial.