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Un águila pescadora que fue rescatada en Buga (Valle del Cauca) fue llevada al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), donde se identificó que el animal había sido herido con perdigones. Además, según indica la autoridad ambiental, tenía un ala fracturada. (Le puede interesar: Danta muere tras recibir disparo en el Guaviare )
Hasta el momento, la evidencia apunta a que le dispararon al águila por estar cerca de una piscina en la que se cultivan peces. “La dejaron mal herida, por lo que durante varios días no tuvo cómo alimentarse. Cuando ingresó, su condición corporal estaba muy deteriorada”, explica Luz Águeda Bernal, coordinadora del Centro San Emigdio de la CVC. Además, señala que se trata de un atentado ignorante, ya que “un águila pescadora no va a afectar un negocio piscícola”.
“No debió haber llegado al CAV para recibir una atención médica, debería estar en su vida silvestre. Tenemos que entender que todos los seres vivos tenemos el mismo derecho de comer, de alimentarnos y debemos compartir el mismo hábitat”, expresa. (Lea también: Terminó la cumbre de Biodiversidad, ¿en qué quedaron los países?)
Pero los perdigones no solo le impiden al águila dolor y le impiden volar, sino que, al estar hechos de plomo, este puede liberarse al torrente sanguíneo e intoxicarla. El próximo paso, entonces, es hacerle una cirugía para quitarle los perdigones, pero, antes, debe recuperar peso y ánimo para soportar la operación.
“El águila está comiendo los peces que le dejan los veterinarios del CAV, eso aumenta las probabilidades de que sobreviva a la extracción de los perdigones para luego planear su rehabilitación”, concluye la Corporación. (También le puede interesar: Los compromisos climáticos de Colombia nos llevarían a un mundo 4° C más caliente)
