El llanero Hélbert Ortiz ha plasmado su arte en centenares de lienzos, pero por primera vez su musa de inspiración es la figura esbelta de un BMW Serie 3 modelo 2010, obra que revelará el próximo 10 en las instalaciones de Autogermana, en Bogotá, y en la que ha empleado 10 horas diarias el último mes.
El artista se dejó seducir por la idea de GSH Fine Arte Galería y por el entusiasmo del director del proyecto, Santiago Perea, quien se dio a la tarea de traer al país el Art Car, un concepto artístico que existe desde hace más de tres décadas y en el que se han visto involucradas grandes figuras de la pintura mundial.
Este concepto artístico tuvo sus inicios en Filadelfia, Estados Unidos, en 1975, cuando el corredor Hervé Poulain encargó al artista Alexander Calder que decorara el BMW 3.0 CSL, con el que iba a competir en las 24 horas de Le Mans.
Una extravagancia para ese entonces, pero que se convirtió en tradición no sólo para la marca alemana, sino también para los artistas, entre ellos Andy Warhol y Roy Lichtenstein, por mencionar sólo dos.
Tras rodar con éxito en espacios como París, Nueva York y Berlín, el Art Car llega ahora al país con objetivos claros, como lo expresaron sus creadores.
“La meta que nos hemos trazado con este proyecto es que Bogotá tenga un reconocimiento, crear nuevos espacios para el arte, acercar a la comunidad y también presentar el trabajo de Hérbert Ortiz”, expresó Perea.
El desarrollo del proyecto Art Car en Colombia está en marcha y después de su presentación, el 10 de octubre, y de mostrarlo en parques y en diferentes centros comerciales irá a una subasta internacional. El dinero recibido podría ser utilizado en una obra social. “El automóvil es un símbolo de identidad cultural e individual, y qué mejor que poder plasmarlo en un auto que es parte de la tradición de la industria”, expresó el artista.