Navidad, un momento de compartir en familia y con los seres queridos. Una época comúnmente relacionada con dar y recibir. Regalar, un verbo y una acción durante las últimas semanas del año, y que vale la pena aplicar con su carro, en beneficio de todas las personas que interactúan con el vehículo.
“El primer regalo para mis carros serían unas revisiones muy especiales. Como es una época en que lo voy a usar y lo voy a aprovechar, porque voy a viajar, porque voy a estar con mi familia, etc., lo primero es la seguridad en dos condiciones: lo que une al vehículo con el suelo, las llantas y los frenos”, contó el experto automotor y director de AutoTrain, Ricardo Osorio.
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Como un primer regalo, el especialista recomienda una revisión del estado de los neumáticos, sus presiones, la profundidad del labrado, la regularidad de las superficies, es decir, que no tenga cortes ni agujeros, así como un balanceo y una alineación.
“Los frenos siempre los han pasado como a un segundo plano, pero, sobre todo, el líquido de frenos es un ítem de seguridad importantísimo, que debería cambiarse cada año, y eso se nos olvida. Se los cambiaría y haría una verificación que no es más que quitar ruedas, mirar espesor de pastillas, los discos, hacer una limpieza del sistema, entre otros”, agregó Osorio.
Para el interior
Un segundo regalo, explica el especialista, estaría enfocado en el espacio donde conviven quienes usan el vehículo: la cabina. Así, una revisión de la tapicería, los componentes electrónicos, el sistema multimedia y, por supuesto, una buena limpieza, son las claves de este punto.
“Le haría un trabajo de limpieza muy especial. Limpiaría con detalles las sillas, el volante, el tablero, todo lo que veo y tendría como un regalo muy, muy raro, que nunca se les hace a los autos, que es verificar por dentro los cristales, los vidrios. Eso qué significa: que si tiene películas de seguridad y hay burbujas, grietas o ya están con alguna parte mal por el sol, le aplicaría un trabajo a las películas”, agregó.
Vale la pena mencionar que, cuando hay excesos de partículas, tierra, piedras, mugre… aun con movimientos simples y sin mayor resistencia, como subir o bajar los vidrios, pueden afectar el componente, generando rayones, líneas y demás desgastes que se evidenciarán, afectando la percepción interior y exterior del automóvil.
Cuidado al corazón… y a la carrocería
Un punto clave. El motor es la pieza fundamental del funcionamiento de un vehículo, por eso un tercer regalo está enfocado en este componente.
“El tercer regalo sería una pequeña revisión de mi máquina, de mi motor, que es el corazón. De esos cambios de aceite que dejamos para último momento, todas esas cosas no las revisamos y eso es algo que podemos hacer: verificar los niveles, cosas muy simples, pero se lo haría porque muchas personas no lo hacen”, señaló Ricardo Osorio.
Para la carrocería, el cuarto regalo que no es más que -el cada vez más común- detallado exterior. Esa revisión a la lata, que esté libre de hendiduras y golpes, de la mano de procedimientos tan simples como un buen lavado.
“No tiene que ser un porcelanizado, no tiene que ser un acabado final cerámico de la pintura que lo proteja… ojalá le pudiera invertir, pero con un buen lavado, una limpieza del polvo y todas las tapas del motor, que se vea lindo y que en esta época la gente lo vea y lo admire, ese sería un buen regalo”, concluyó Osorio.
El uso
El último gran regalo que puede recibir tanto su vehículo como quienes los usen es un buen uso. Es manejar de acuerdo con las instrucciones de cada tramo, respetando velocidades, zonas de adelanto y los espacios de cada agente vial.
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Evite estacionar en lugares con poca o nula vigilancia. Duerma, por lo menos, ocho horas antes de iniciar un viaje y asegúrese de llevar el kit de carretera. Para conductor, ocupantes, transeúntes y demás vehículos, un buen uso de su carro siempre será un regalo inigualable.