Las buenas noticias de ventas de carros y motos cero kilómetros tienen felices a los representantes de las distintas compañías dedicadas a proveer aceites y lubricantes en Colombia. Y no es para menos, pues “el sector ha presentado un crecimiento en el presente año de entre 3,5 y 4% en volumen total”, explica Carlos Andrés Pineda, gerente general de Importadoras Asociadas y representante de la Importadora Nipón, que desde esta semana es la encargada de distribuir Petrobrás y Lubrax en Bogotá, Cundinamarca, Boyacá y Meta.
Se trata de un negocio que está creciendo y que ya mueve cifras importantes con amplias posibilidades de aumentar, según el gerente general de Gulf en Colombia, Diego Valdivieso, quien asegura que “mueve aproximadamente US$300 millones por año en el país, que son 40 millones de galones, lo que corresponde a un consumo percápita de un galón por persona. Si uno mira los países de la región, Venezuela está en dos galones por persona, Estados Unidos en 10 y eso muestra que hay mucho espacio para crecer”.
Los otros segmentos que están ayudando a crecer esta viscosa industria forman parte de la minería, pues gracias al aumento en los trabajos de exploración en distintas zonas del país y el transporte de maquinaria hacia los distintos pozos y minas, el consumo de lubricantes es más intenso. “Y es ahí cuando encontramos la posibilidad de vender más productos”, apunta Pineda.
Además, otra de las variables que ha generado cifras positivas es que las empresas fabricantes se han encargado de aplicar todos los avances tecnológicos para lograr aceites cada vez más limpios. “Tenemos lubricantes más amigables con el medio ambiente, que duran más tiempo en el motor. Se habla de los lubricantes sintéticos, semisintéticos, los hechos con bases más refinadas, lo cual permite que el motor, como el medio ambiente, tengan mejor cuidado. Ya no son lubricantes para 5.000 kilómetros, ese mito se rompió hace rato, los productos de hoy permiten 10.000 kilómetros en condiciones normales de trabajo”, detalla Valdivieso.
Entre las estrategias de mercadeo también se ha implementado, desde el servicio posventa, el control de flotas. Valdivieso de Gulf sostiene que en la compañía que representa “analizamos el aceite usado con mucho cuidado, porque a partir de ese análisis vemos cómo está el motor y ayudamos a nuestros clientes a tener mejores prácticas; les decimos, por ejemplo, que encontramos polvo en el aceite, entonces les recomendamos tener cuidado con la filtración, o encontramos un metal, o también nos damos cuenta de que se está filtrando un combustible. Entonces, todos estos laboratorios permiten crear un esquema diferencial en el mercado y podemos alargar los periodos de lubricación porque vamos midiendo el nivel de desgaste del lubricante. Las noticias son tan buenas que con lubricantes minerales hemos logrado llegar en una tractomula de trabajo pesado hasta los 25.000 kilómetros en condiciones normales”.
En el caso de las motos, la tendencia de las distintas marcas que fabrican este medio de transporte está moviéndose hacia los motores de cuatro tiempos, porque se dice que son más amigables con el medio ambiente. De ahí que todas las marcas de lubricantes que tienen portafolio para atender este mercado hablen de un crecimiento marcado en la comercialización de sus productos, respaldados por aceites sintéticos, minerales y convencionales.
Sin embargo, hay dos preocupaciones: la calidad de los combustibles y la infraestructura de las carreteras, pues no permiten la durabilidad y rendimiento deseados, ni tampoco el perfecto rodamiento de los carros, que se ve interrumpido por los retrasos viales.
Por lo pronto, tanto Pineda como Valdivieso tienen claras sus próximas metas: el primero quiere seguir consolidando la marca Petrobrás en Colombia, teniendo en cuenta que es una de las más fuerte en el mundo, y el segundo, tener lista para junio próximo la que promete ser la planta más grande de lubricantes de todo el país, que ya se está levantando en Ibagué, Tolima.