Textear y conducir, una práctica que se está volviendo muy común en las calles y carreteras, es una mezcla peligrosa, y por eso Cesvi de Colombia se dio a la tarea demostrar, en el Autódromo de Tocancipá, lo que sucede cuando se realiza esta acción estando al frente del volante.
La prueba se hizo con conductores, hombres y mujeres, cuyas edades oscilan entre los 22 y 35 años, quienes realizaron, además de la conducción, lectura y envío de mensajes de texto. Al mismo tiempo, una cámara se enfocaba en los ojos de cada persona para identificar el tiempo que desviaba la mirada del vidrio panorámico. Igualmente, desde otro vehículo que seguía la estela a unos metros del principal, se hicieron grabaciones de video para determinar qué tanto se despistaba el carro de su trayectoria ideal.
En la recta principal se utilizaron 100 metros para estabilizar la velocidad del vehículo a 50 km/h. En los siguientes 70 metros se les pidió a las personas de referencia que leyeran un mensaje acabado de enviar: “¿Dónde viene?”. Y en los últimos 70 metros la directriz fue que respondieran: “Ya estoy llegando”. Asimismo, se involucró un elemento sorpresa y en cualquier parte del trayecto se les lanzaba una pequeña pelota de icopor para determinar la reacción del conductor. En ese sentido, se concluyó:
a. Los resultados de los conductores fueron similares. Quedó claro que mientras se manipula el teléfono celular se pierde de vista la vía y con esto se disminuye la capacidad de reacción.
b. Al medirse el tiempo total del recorrido frente al tiempo de distracción, el promedio empleado desde el momento en el cual les llega el mensaje hasta que termina la prueba es de 11 segundos y el promedio de tiempo que retiran la vista del camino para ver el celular es de 5,39 segundos. Esto significa que, en promedio, para contestar un mensaje simple retiraron la vista de la vía un 49%.
c. Es decir, distraerse a 50 km/h significan 140 metros sin estar enfocado en la vía: 70 metros leyendo el mensaje y otros 70 escribiendo un mensaje corto.
d. En promedio, los conductores retiran la vista de la vía un segundo cada vez que miran el celular. A una velocidad media de 50 km/h, indica que recorren 14 metros de vía cada vez que el conductor revisa su teléfono.
Resultados parecidos se dieron con una prueba de maniobrabilidad, en 370 metros de la recta, divididos en tres zonas. La primera, de 100 metros, se utilizó para estabilizar el carro a 50 km/h. En la segunda zona, de 70 metros, los participantes tuvieron tiempo para leer el mensaje: “¿Al fin vas a venir? ¿Me consignaste el dinero?”. Y los 200 metros finales fueron suficientes para que los conductores objeto del estudio respondieran: “Ya voy en camino. Tranquila que llevo el dinero”.
Además, en esa quinta parte de un kilómetro se ubicaron conos en una especie de eslalon, pero no continuo, con el objeto de simular otros actores de la vía, como motociclistas y ciclistas. Conclusiones:
a. Ninguno de los conductores hizo contacto con los conos, ni cuando manipulaban el celular ni cuando no lo hicieron. Lo que sí cambió fue el tiempo de recorrido, que aumentó del 4% al 8%. Esto indica que la velocidad disminuyó, reacción normal al dejar de atender la carretera.
b. El tiempo que retiraron la vista de la carretera fue en promedio 9,2 segundos, en un recorrido que duró 23 segundos.
c. Se retiró la vista de la vía en promedio 1 segundo cada vez que se miraba el teléfono. Sin embargo, en esta prueba el porcentaje de distracción fue menor, debido a que el trayecto requería que el conductor estuviera más atento.
En simulación de ruta se utilizó el circuito de 2.725 metros, a 50 km/h. Luego se repitió la maniobra, pero entablando una charla por chat y se ubicaron dos objetos extraños en diferentes partes de la pista (un frasco de agua flanqueado por dos conos y un triángulo, para señalar una varada).
A continuación, los resultados:
a. Ninguno de los conductores logró ver el primer elemento; el segundo elemento fue visto por todos, pero sólo dos de ellos pudieron recordar el lugar donde estaba ubicado.
b. Con base en el tiempo de referencia tomado en la vuelta en que sólo giraron en la pista, se logró establecer que un conductor manipulando el teléfono pierde de vista en promedio el 26% del tiempo mientras interactúa.
c. Al igual que en la prueba anterior, se registra una circulación a menor velocidad mientras se manipula el celular, lo cual aumenta en promedio 13% el tiempo de conducción y una disminución de seguridad al conducir.
d. Del recorrido total, que duró 2 minutos y medio, mientras chateaban los conductores rodaron en promedio 715 metros sin mirar la vía. Es decir, a 50 km/h, de los 2.725 metros del circuito.