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El R-Space, la propuesta futurista de Renault

Con este novedoso prototipo la casa automotriz francesa busca mezclar conceptos que a lo largo del tiempo han sido opuestos, como la deportividad y el espíritu práctico y familiar.

El Espectador
23 de noviembre de 2012 - 04:13 p. m.
El R-Space, la propuesta futurista de Renault

No hay duda que el R-Space ha sido uno de los autos más llamativos de la edición XIII del Salón Internacional del Automóvil de Bogotá. Son muchos los asistentes que se quedan boquiabiertos al llegar al Pabellón 18 y 19, donde está ubicado Renault, y ven este prototipo, el cual destaca por un estilo atrevido, futurista y que nos dejan ver como podrían ser los modelos de los autos de este fabricante en los próximos años.

Este concept-car, que mide a lo largo 4,25 metros, tiene un motor de gasolina de tres cilindros, 0,9 litros e inyección directa que da 110 CV. También cuenta con una caja de cambios automática de doble embrague (EDC), es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 11 segundos y viene equipado con start&stop y otras medidas de ahorro, gracias a lo cual se consigue un consumo de sólo 3.7 l/100 km, acompañado de unas emisiones de CO2 de 95 g/km, el más bajo de este tipo de autos monovolumen.

De acuerdo a lo que han difundido de esta casa automotriz, uno de los puntos a favor que tiene este sistema es que se reduce la temperatura de combustión y se aumenta la compresión, es decir que logra un menor consumo y mejores cifras de emisiones.

Su diseño interior está hecho casi todo en fibra de carbono, aunque las sillas están recubiertas por un cuero especial. No tiene espejos a los lados y en vez de eso cuenta con cámaras cuyas imágenes se proyectan a los costados del espejo retrovisor. Es muy espacioso y cómodo en las sillas delanteras y en la parte de atrás los niños pueden disfrutar con dos pantallas individuales para cada silla.

Los otros sistemas con los que bien este vehículo son el Start/Stop, el de bomba de aceite de caudal variable y un sistema de termogestión, mediante el cual es motor alcanza una temperatura óptima más rápidamente después de arrancarlo estando frío, reduciendo los rozamientos internos ya que el aceite alcanza antes una viscosidad adecuada.

Por El Espectador

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