La diferencia de precios entre los combustibles y la disponibilidad en estaciones de servicio suelen generar dudas entre los conductores. Una de las más comunes es qué sucede al combinar gasolina extra con corriente, una práctica que algunos consideran ante la variación en costos o por necesidad al momento de tanquear. El interrogante abre la puerta a analizar los efectos que puede tener esta mezcla en el funcionamiento del vehículo y en su desempeño a largo plazo.
De acuerdo con el equipo técnico de Primax, antes de abordar los efectos de la mezcla es clave entender las diferencias entre ambos combustibles. El aspecto que los distingue es el valor de octanaje, una medida que determina la resistencia del combustible a la detonación prematura dentro del motor.
En este sentido, la gasolina extra, con un octanaje mínimo de 97, está formulada para motores de mayor compresión o con tecnologías avanzadas. Su uso permite una combustión más eficiente, optimiza la potencia y ayuda a prevenir daños. Por su parte, la gasolina corriente, con un octanaje mínimo de 89, está orientada a vehículos con motores de menor compresión y resulta más económica. Ambas están compuestas por hidrocarburos y aditivos diseñados para proteger el motor.
Los voceros de Primax señalan que, al mezclar gasolina extra y corriente en el tanque, se obtiene un combustible con un octanaje intermedio, resultado de la combinación de ambos. Si el motor está diseñado para funcionar con extra, esa reducción en el octanaje puede derivar en detonación, pérdida de potencia, menor eficiencia en el consumo y posibles afectaciones al motor con el tiempo. En cambio, cuando se trata de motores fabricados para gasolina corriente, la mezcla no suele generar consecuencias graves, aunque sí puede modificar el rendimiento y la eficiencia.
En todo caso, los expertos enfatizan que lo más recomendable es seguir siempre las indicaciones del fabricante. “Usar combustibles distintos a los especificados no solo puede afectar el desempeño, sino también comprometer la vida útil del motor”.
Mitos comunes sobre la mezcla de gasolina extra y corriente
En torno a la práctica de combinar combustibles, circulan varias creencias entre los conductores. Según especialistas de Terpel, existen tres mitos frecuentes que conviene aclarar:
- La mezcla mejora la calidad del combustible: Se piensa que unir corriente y extra, conocido popularmente como “refajo”, eleva el octanaje y, por ende, la calidad. En realidad, el octanaje resultante sí aumenta, pero solo de manera parcial. Si el motor requiere un nivel superior al obtenido con la mezcla, la eficiencia y el desempeño pueden disminuir. Esto es especialmente delicado en vehículos de última generación, en los que se recomienda ceñirse estrictamente a las especificaciones del fabricante.
- Combinar corriente y extra daña el motor: Falso. Esta práctica no genera un daño inmediato en los componentes. El problema real aparece cuando se mezcla gasolina con diésel, situación que sí puede comprometer seriamente el sistema de inyección y otros elementos mecánicos del vehículo.
- Siempre es mejor usar gasolina extra: Esta afirmación no aplica en todos los casos. El tipo de combustible adecuado depende del diseño del motor. Un vehículo que no necesita extra puede utilizarla sin inconvenientes, pero no obtendrá beneficios adicionales. Por el contrario, un motor que exige extra sí se verá afectado si funciona con corriente.
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Recomendaciones adicionales
Para los expertos de Primax, la elección del combustible no debe tomarse a la ligera, pues de ella depende tanto el rendimiento como la vida útil del motor. En ese sentido, destacan aspectos clave que los conductores deberían tener en cuenta:
- Consultar el manual del fabricante: Allí se encuentran las especificaciones del motor, incluida la relación de compresión y el valor de octanaje recomendado. Este es el primer paso para evitar errores de elección.
- Optar por gasolina extra en motores de alto rendimiento: Vehículos deportivos, de lujo o aquellos con tecnologías avanzadas requieren un octanaje mayor para garantizar una combustión eficiente y prevenir daños.
- Considerar las condiciones de uso: En recorridos largos o terrenos exigentes, la gasolina extra ofrece ventajas en desempeño y eficiencia. Para trayectos urbanos, la corriente resulta suficiente y más económica.
- Tanquear en estaciones certificadas: Abastecerse en puntos que garanticen tanto la calidad como la cantidad del combustible permite mantener estándares más altos. Contar con certificación asegura un mejor rendimiento, optimiza la combustión interna y puede reducir las emisiones hasta en un 20%.
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