Es un crisol de tecnologías, tendencias y conceptos que hoy enmarcan, enrutan y dan sentido y personalidad a cada uno de los productos que llega al mercado de automotores en el mundo. Apuesta por la simpleza, es limpio, si se quiere. Tan sencillo como novedoso. Es el presente de una marca de tradición. Es el vehículo insignia de Volvo, y a la vez su producto más asequible: EX30.
Y es poco usual, porque el producto que hoy concentra miradas hacia el portafolio de los suecos no es una berlina de grandes dimensiones. Tampoco una camioneta del mismo tamaño, ni un vehículo impulsado por hidrógeno o uno con una potencia y torque elevados. Es su SUV más pequeña en el mercado (con 4.233 mm de largo, 1.838 de ancho, 1.550 de alto y 2.650 de distancia entre ejes), y su reconocimiento se debe al uso de materiales reciclados y a que fue diseñado para tener la huella de carbono más baja de un Volvo fabricado hasta la fecha.
Diseñado en Suecia y fabricado en China -por el momento, porque en 2025 se empezará a fabricar en Bélgica-. En su exterior, la EX30 conserva su herencia sueca, con una parrilla limpia que recuerda que es un cero emisiones, su tradicional logo en el medio y un cuerpo lumínico en forma de T, inspirado en las sagas nórdicas y el dios Thor.
Aquella simpleza que prima en la parte exterior del carro se repite en su interior. Resulta curioso cómo el fabricante concentró su equipo tradicional -que también debería ser tradicional en las marcas prémium- en una cabina limpia, sobria y donde únicamente resalta una pantalla central de 12,3″.
Volvo erradicó el panel de instrumentos. Adiós al velocímetro, al tacómetro, al indicador de batería y demás información tradicionalmente ubicada en frente de la persona al volante. Esos datos, cifras, se concentran ahora en la pantalla multimedia.
También se despide de la llave y del botón de encendido. Quien vaya a conducir un EX30 debe contar con la tarjeta del vehículo -convencional, en plástico- o con un smartphone configurado para habilitar el acceso. Una vez en el asiento del conductor, basta mover la palanca de encendido para iniciar el movimiento.
Estrena un volante en forma cuadrada con sus bordes ligeramente redondeados. Lleva mandos táctiles, sin botón. Un techo panorámico adorna la parte superior de la cabina. También la llena de luz en el día y genera una subjetiva sensación de amplitud, aunque es un eléctrico, y en la segunda fila dos personas pueden acomodarse sin mayor dificultad.
A pesar de su precio no escatima, y Volvo incluyó el sistema IntelliSafe, que lo convierte en referente en seguridad a nivel global. Entre sus tecnologías se encuentran alerta de punto ciego, alerta de tráfico cruzado, prevención y mitigación de colisiones, frenado autónomo de baja velocidad trasero, seis bolsas de aire, entre otros.
Según la versión, EX30 cuenta con una autonomía de entre 350 y 480 kilómetros. Su precio parte en los $180.000.000, para la versión Single Motor Core. Es el vehículo más asequible de la marca en Colombia, así como su eléctrico de menor precio en el mundo.
Menor impacto ambiental
Para Luís Pinto, gerente comercial de Volvo Cars Colombia, EX30 es la materialización de la promesa de una marca que espera ser una empresa cero emisiones de carbono para 2040. Hoy, cada uno de los productos de la marca cuenta con algún tipo de asistencia electrónica -híbridos ligeros, híbridos enchufables y sí, 100 % eléctricos-.
“La promesa de ser el vehículo con la huella de carbono más baja de cualquier automóvil Volvo hasta la fecha (con un ahorro del 75 %) se reconoce de muchas maneras, pero sin duda el diseño cumplió un rol protagonista. Ser compacto hace que requiera menos acero, pero además en el exterior, alrededor del 17 % de los elementos de plástico son fabricados con materiales reciclados, también el 30 % de los elementos destinados al diseño interior se hicieron con materiales de este tipo, sumando elementos como el denim y el lino (que contienen poliéster 100 % reciclado)”, explica el directivo de la marca.
No hay que pasar por alto que, durante la presentación del compacto, a mediados de 2023, voceros del fabricante aseguraron que el 95 % de los materiales con los que fue construido EX30 podrán recuperarse y reusarse al final de su vida útil.
“La marca sueca da un paso contundente hacia su promesa de aportar a una movilidad más sostenible con la llegada de EX30, por eso incluye seguridad, tecnología, diseño, desempeño y una gran autonomía, a un precio de no creer. Y es que hablar de la seguridad, poner a las personas en el centro y cuidar del medio ambiente son las tres cosas que marcan el gran sello de Volvo”, agregó Pinto.
Así, la empresa se consolida como referente en electrificación. Y bien, equipo y precio hacen que no sorprenda que, a julio de 2024, 310 unidades de esta SUV se hayan matriculado en el país, ubicándose como el segundo eléctrico más vendido, detrás del BYD Seagull. De hecho, es el impulso que ubicó a los suecos como la segunda marca con mayores ventas en el mercado de EV en Colombia, con 475 vehículos, detrás de nuevo de BYD.
