De entrada hay que reconocer que se está frente a un concepto y una propuesta salida de lo convencional. Y esa, precisamente, es la primera sensación, pero en la medida en la que se van descubriendo sus bondades, se llega a la conclusión de que el Materia tiene argumentos para convencer.
Es de esos autos que crean diferentes reacciones y que es difícil enmarcar dentro de un concepto definido, pero lo que sí se podría afirmar es que es un auto típico japonés, en el que el aprovechamiento del espacio es fundamental, así como su funcionalidad.
Si bien exteriormente no da la impresión de ser un vehículo de dimensiones generosas, cuando se está en el interior sucede todo lo contrario y es fácil sorprenderse con la amplitud y la comodidad de los ocupantes, además de los múltiples espacios para almacenar elementos.
Todo es diferente en el Materia. Quienes están acostumbrados a los tableros tradicionales, se encontrarán con un diseño en media luna, fuera de lo común, pero con la información necesaria para el conductor, situada en el medio del mismo.
Manejarlo es placentero y el conductor encuentra con facilidad una posición cómoda y agradable, que va cobrando mayor fuerza cuando se pone en acción el motor, con tecnología DVVT, un 1.5 litros de 16 válvulas, que desarrolla 104 HP de potencia, suficientes para sentir el control de la máquina en todo momento.
El Materia es ágil y se hace fácil su maniobrabilidad, algo importante en ciudades congestionadas como Bogotá. En cuanto a equipamiento, viene con aire acondicionado, rines de aluminio, elevavidrios delanteros y traseros eléctricos, espejos eléctricos, doble airbag, bloqueo central y radio CD con MP3.
El precio de lanzamiento de la versión mecánica es de $50’000.000 y de la automática de $52’000.000.