Hoy, alejados de las enormes plantas de ensamble, que mecánicamente le dan forma y la facultad de movilizarse a un auto, las grandes firmas del mundo automotor han decidido dar una mano a los gobiernos de los países en donde sus productos son comercializados, con el fin de mitigar las consecuencias producidas por el coronavirus en todo el mundo.
Quién habría pensado que todo cambiaría tan rápido. En enero, la industria preparaba las piezas protagonistas de eventos de la talla del salón de Ginebra y el de Nueva York. Dos meses más tarde la mayoría de las plantas de fabricación y ensamble se encuentran cerradas, y con los equipos de ingeniería e innovación transmitiendo sus conocimientos al ámbito de la salud pública.
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La semana pasada, el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciaba que tres firmas locales (General Motors, Ford y Tesla) dieron el visto bueno para la fabricación de productos médicos. Un par de días más tarde, Ford sería el reflejo actual de la industria. La casa originaria de Míchigan anunció, por una parte, la fabricación de unos 50.000 respiradores artificiales en los próximos cien días, y, por otra, que las ventas de sus vehículos disminuyeron un 12,5 % en el primer trimestre de 2020.
Una mano al sistema
Al igual que Ford en Norteamérica, marcas y grupos europeos, como Renault y PSA (Peugeot, Citroën, DS, etc.), han decidido trasladar su conocimiento en el campo de la fabricación de vehículos al de la maquinaria y los equipos médicos.
Estas alianzas ayudarían a los equipos médicos de países como Francia, en donde su producción de tapabocas alcanza los ocho millones de unidades por semana, mientras su demanda es de cuarenta millones para ese período de tiempo.
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Por su parte, el equipo Mercedes-Benz —seis veces campeón de Fórmula 1— aprovechó la pausa en los Grandes Premios para fabricar, en el menor tiempo posible, una máquina de asistencia respiratoria, que puede ser utilizada en el tratamiento de pacientes con COVID-19. Agencias internacionales afirman que se podrían producir mil de estas unidades diarias.
Junto a la alemana, las escuderías Red Bull, Williams, McLaren, Racing Point, Renault y Haas iniciaron un trabajo conjunto llamado “Proyecto Pitlane”, cuyo objetivo es trasladar sus capacidades de “diseño rápido, fabricación de prototipos, pruebas y ensamblajes calificados”, propios de los protagonistas de un deporte que exige respuestas inmediatas y conocimientos tecnológicos de primer nivel.
En Colombia
Al igual que en la mayoría de países afectados por la pandemia, un gran número de fabricantes presentes en Colombia han anunciado su apoyo a sectores como el de salud y transporte en estos días de distanciamiento social obligatorio.
Esta semana, Renault se unió con InnspiraMed a una iniciativa colectiva de instituciones públicas y privadas que desarrolla ventiladores mecánicos, fabricados con materiales de bajo costo y fáciles de conseguir.
Además, la marca de origen galo promovió iniciativas de donación de productos agrícolas para asistir a la población en condición de discapacidad. También pusieron a disposición del Gobierno sus vehículos de demostración, con los que esperan facilitar la movilidad de quienes desarrollan los programas de mitigación del COVID-19.
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Kia, Nissan y General Motors también han puesto algunos de sus vehículos a disposición del Gobierno Nacional, con el propósito de apoyar las acciones oficiales en contra de la pandemia. El último de estos fabricantes afirmó que, además, le donará a Bogotá “material sanitario que podrá ser utilizado por el personal de salud durante la emergencia”.
Las próximas semanas serán vitales para mitigar la expansión del virus en gran parte del continente americano. El escenario actual es muestra de que las crisis solo se pueden solucionar trabajando en equipo.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.