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Cuando las temperaturas descienden, muchos conductores se enfrentan a la duda de si es mejor esperar antes de apagar o prender el motor de su vehículo. Este comportamiento, aparentemente sencillo, tiene implicaciones técnicas que afectan el rendimiento y la longevidad del motor. En particular, los cambios bruscos de temperatura pueden influir en el funcionamiento de diversos componentes del carro, desde el sistema de encendido hasta los sistemas de lubricación y refrigeración. Entender por qué se recomienda o no esta práctica en condiciones de frío es esencial para mantener el vehículo en óptimas condiciones.
Según Daniel Vargas, gerente de Renault Academy, es crucial considerar lo que sucede dentro del motor de un vehículo cuando se enfrenta a condiciones de frío. Un aspecto clave es dejar el motor encendido por unos momentos después de conducir, lo cual permite que la lubricación llegue adecuadamente a todas las partes del motor y que las piezas se enfríen ligeramente antes de apagarlo. Esta acción, aunque más común en situaciones de calor extremo o después de subidas prolongadas, también beneficia al motor en climas fríos, ya que facilita el enfriamiento y previene el desgaste prematuro de los componentes.
El frío, por su parte, no representa un daño inmediato para los componentes internos del motor si se apaga de forma rápida. Cuando el motor está caliente, el aceite también lo está, lo que asegura que la lubricación siga funcionando correctamente incluso en temperaturas bajas. Sin embargo, al detener el motor inmediatamente después de una conducción prolongada, especialmente tras un ascenso prolongado que eleva la temperatura del motor, el aceite sigue en circulación, lo que ayuda a reducir la temperatura de las partes críticas del motor y a prevenir daños.
Aunque muchos conductores suelen apagar el motor inmediatamente al detenerse, en realidad, esperar unos momentos antes de hacerlo, incluso en condiciones frías, puede ser beneficioso. Este breve intervalo permite que el motor se enfríe de manera controlada, favoreciendo la lubricación y la refrigeración necesarias para asegurar un rendimiento óptimo y prolongar la vida útil del vehículo.
Según Vargas, cuando hace frío, se recomienda esperar entre 30 segundos y un minuto antes de apagar el motor de un vehículo, especialmente después de una conducción exigente. Al encender el motor en frío, no es necesario dejarlo funcionar durante varios minutos, ya que los motores modernos están diseñados para arrancar de manera eficiente incluso en bajas temperaturas. Sin embargo, es recomendable dejarlo encendido unos 20 a 30 segundos para que el aceite circule correctamente antes de comenzar a conducir, evitando acelerar de inmediato para permitir que el motor se estabilice.
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Riesgos de apagar el motor abruptamente en condiciones de baja temperatura
Apagar el motor de un vehículo inmediatamente después de conducir en condiciones de baja temperatura puede parecer una acción inofensiva, pero en realidad, esta práctica puede generar varios riesgos que afectan la durabilidad y el rendimiento del motor. Es importante entender cómo el enfriamiento rápido del motor puede influir negativamente en sus componentes internos. A continuación, se detallan algunos de los principales riesgos asociados a esta práctica:
- Desgaste prematuro de componentes: El enfriamiento abrupto impide que el aceite fluya adecuadamente, lo que afecta la lubricación de las partes móviles del motor, como los pistones y los cojinetes.
- Acumulación de calor y tensiones térmicas: Apagar el motor de forma inmediata tras un esfuerzo prolongado puede provocar tensiones térmicas, lo que puede resultar en fisuras o daños en la culata, el sistema de escape o el radiador.
- Reparaciones costosas: Los daños causados por un enfriamiento no controlado pueden generar reparaciones costosas que afecten la eficiencia del motor a largo plazo.
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De acuerdo con Vargas, los aceites modernos tienen rangos de funcionamiento diseñados para operar en diferentes temperaturas, lo que minimiza los riesgos asociados al frío. En condiciones normales, no existen recomendaciones específicas sobre el encendido o apagado del motor, ya que los aceites hoy en día están formulados para adaptarse a un amplio espectro de temperaturas.
En climas más templados, la recomendación es evitar apagados inmediatos del motor, especialmente después de arranques en frío. Al encender el motor en temperaturas bajas, el aceite está más viscoso debido al frío, lo que dificulta su circulación por los componentes del motor. Por esta razón, se sugiere esperar unos segundos después de encender el vehículo antes de empezar a conducir. Este breve periodo permite que el aceite fluya adecuadamente y lubrique todas las partes móviles del motor, protegiéndolo de posibles daños.
Una vez que el motor se estabiliza, es seguro iniciar la marcha. Durante los primeros segundos de funcionamiento, el motor experimenta una ligera demora en la distribución del aceite, que necesita tiempo para alcanzar todas las partes esenciales del motor. Esta espera inicial no solo asegura un arranque más suave, sino que también contribuye a la longevidad del motor al prevenir el desgaste prematuro de los componentes internos.
La clave en condiciones de frío es permitir que el motor se estabilice brevemente antes de conducir. Aunque los aceites modernos son capaces de adaptarse a diversas temperaturas, tomar estos pequeños cuidados puede mejorar el rendimiento del motor y evitar problemas a largo plazo.
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