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En muchos envases de aceite de motor aparecen códigos como 5W-30 o 10W-40. A simple vista parecen cifras técnicas, pero en realidad son una guía para comprender el comportamiento del lubricante en diferentes condiciones de funcionamiento del motor.
De acuerdo con Jesús Cano, líder técnico regional de Castrol, hoy en día la mayoría de los aceites disponibles en el mercado son multigrado, es decir, están diseñados para ofrecer un rendimiento adecuado tanto en frío como en caliente. Sin embargo, esto no siempre fue así: en el pasado, los conductores necesitaban utilizar aceites distintos según la temporada o el clima.
¿Qué información entrega la etiqueta del aceite de motor?
Según el experto de Castrol, lo primero que revela la etiqueta es la clasificación de viscosidad, es decir, la capacidad que tiene el aceite para fluir. Una sustancia viscosa se caracteriza por ser más espesa y desplazarse lentamente, mientras que una menos viscosa circula con mayor facilidad.
En el caso de los lubricantes para motor, lo ideal es un equilibrio: que sean lo suficientemente fluidos para recorrer los conductos con rapidez, pero también lo bastante densos para formar una película protectora entre las piezas metálicas.
Esta clasificación está definida por la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE, por sus siglas en inglés) y responde a una escala estandarizada que mide el comportamiento del aceite tanto en frío como en caliente.
De acuerdo con Cano, las referencias más comunes que aparecen en los envases, como SAE 5W-30 o 10W-40, se componen de dos valores que describen cómo se comporta el lubricante en distintas condiciones de operación.
- Primera parte: viscosidad en frío
El número que aparece antes de la letra W puede ser 0, 5, 10, 15, 20 o 25, y representa la viscosidad del aceite cuando el motor está frío, especialmente en el arranque. Cuanto más bajo es este valor, más fácilmente fluye el lubricante al encender el motor. Por ejemplo, un aceite 0W circula con mayor rapidez que un 10W, lo que garantiza mejor protección en climas fríos o tras varias horas de inactividad.
La letra W, proveniente del inglés Winter (invierno), confirma que este primer número corresponde al comportamiento del aceite a bajas temperaturas, indicando que está formulado para proteger el motor desde el primer encendido incluso en condiciones frías.
- Segunda parte: viscosidad en caliente
El número que aparece después del guion puede variar entre 8 y 60 y refleja la viscosidad del aceite cuando el motor ha alcanzado su temperatura de operación. A mayor valor, más espeso se mantiene el lubricante en caliente, lo que genera una película protectora más gruesa. Esto resulta especialmente útil en motores sometidos a mayores exigencias o que presentan cierto nivel de desgaste.
¿Por qué es importante la elección de la viscosidad?
Para Cano, seleccionar correctamente la viscosidad del aceite es determinante para garantizar una lubricación eficiente, disminuir el desgaste de las piezas del motor y mejorar el rendimiento general del vehículo. Un ejemplo claro es la diferencia entre un aceite 5W-20 y un 10W-30: el primero fluye con mayor facilidad, lo que puede contribuir a un menor consumo de combustible, aunque su película protectora sea más delgada.
El especialista enfatiza que revisar los números de viscosidad no debe considerarse un detalle menor. La elección del grado adecuado asegura que el motor esté protegido desde el arranque en frío hasta su régimen de operación normal. Por ello, la recomendación es siempre consultar el manual del fabricante y utilizar un lubricante que cumpla con las especificaciones técnicas establecidas para cada vehículo.
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Tipos de aceite de motor: cómo se clasifican y qué ventajas ofrece cada uno
En el mercado automotor, los aceites de motor se agrupan en tres categorías principales, según el tipo de base con el que han sido formulados. Esta clasificación influye directamente en su comportamiento frente a la fricción, la temperatura, la eficiencia del combustible y la protección del motor. Conocer sus diferencias es primordial para tomar una decisión informada al momento de realizar el cambio de lubricante.
A continuación, Cano de Castrol explica las características de cada categoría:
- Aceite mineral:
Proviene del refinado del petróleo crudo. Es una opción básica, recomendada especialmente para motores antiguos o con bajo nivel de exigencia. Su principal ventaja es el menor costo, aunque ofrece una protección limitada en condiciones severas.
- Aceite semisintético (o de tecnología sintética):
Mezcla aceites minerales con bases sintéticas, lo que mejora la estabilidad térmica, la protección contra el desgaste y la eficiencia general. Es una opción equilibrada para motores modernos de uso cotidiano que no requieren un rendimiento extremo.
- Aceite sintético:
Formulado con aceites base de alta pureza y tecnología avanzada. Ofrece el más alto nivel de protección, incluso en motores sometidos a condiciones de operación exigentes, como los sobrealimentados o de alto rendimiento. Como ejemplo técnico, Cano menciona que los lubricantes 100 % sintéticos, como Castrol EDGE, están diseñados para responder a las exigencias de los motores más modernos.
“Los motores modernos, especialmente los que cuentan con turbocargadores o que operan bajo condiciones severas, se benefician significativamente de la protección avanzada que ofrecen los aceites sintéticos”, explica.
Cano enfatiza que, para facilitar esta elección, herramientas como el “Buscador de Aceite” de Castrol permiten encontrar la referencia exacta recomendada para cada vehículo, con solo ingresar la marca y el modelo. Esto garantiza una selección precisa y alineada con las especificaciones técnicas del fabricante.
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