Siempre reactivo al pedal derecho. Tiguan es la propuesta de Volkswagen dentro de aquel segmento de camionetas –o SUV, para ser precisos– que, sin alcanzar los cinco metros de longitud, configuran y prometen una capacidad para hasta siete pasajeros. Es la opción entre el mediano Taos y el full size Teramont.
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Fabricado en las factorías de VW en México, Tiguan armoniza los detalles y cualidades que comparten la mayoría de productos de la marca. Una breve observación exterior basta para identificar cortes, líneas y esos movimientos que se forman sobre la lata y que en este caso denotan la identidad, casi rectangular, pero sobre todo sobria, que históricamente han concebido en sus vehículos.
Es cauto. Su estética, limpia en todo momento. Hoy –o más bien en esta actualización de 2022– estrena un nuevo juego óptico entre parrilla y sistema de luces –LED para este caso–, sobre el cual flota el aro que rodea el que fuese el nuevo logo del fabricante en 2019. Bajo esta tradicional proyección de una V sostenida por una W, se desprende encima y a centímetros de la placa, una diminuta cámara, vital para el sistema de proyección de 360° que se visualiza dentro de la cabina.
¿Al día en tecnología (interior)?
El interior es amable. Sí, vale el calificativo, puntualmente, por la facilidad –que ya es tradición en Tiguan– con la que el conductor puede acceder a la mayoría de botones, configuraciones y aplicaciones desde su posición.
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Entrega una impresión óptica que se inclina a la calidad. Hay materiales suaves, agradables al tacto y poco resonantes, comunes en las superficies fabricadas con plásticos rígidos o delgados. Los asientos y su tapicería bitono (negro-marón) demuestran una ergonomía suficiente y su ajuste, eléctrico para los dos delanteros, está al día con lo que debería ofrecer un carro de su precio.
En el día, la luz se apropia con facilidad de la cabina, como resultado de un techo panorámico y corredizo que se instaló en casi la totalidad del techo. En la noche, las luces de ambientación con múltiples colores (en salpicadero y puertas) se suman a la pantalla de ocho pulgadas, base del sistema de infoentretenimiento, para limitar la oscuridad.
Claro, no sobra decirlo, aunque la tarjeta anuncia una capacidad para hasta siete pasajeros, en la práctica, el espacio es suficiente para cinco… o tal vez cuatro, pues la plaza del medio, en la segunda fila, convive con un pronunciado túnel de transmisión. La tercera fila es adecuada para personas bajas o niños; de hecho, pasajeros con alturas de 1,70 m pueden sentirse acorralados por la estructura.
Para este rubro, sin duda, su mejor cara es la insonorización. Siendo precisos, también la practicidad del sistema multimedia. Pocos ruidos, sin importar su origen, entran a una cabina en la que sobresale la calidad de las bocinas. Hay espacio de carga inalámbrica, cargadores tipo USB tipo C y conexión Apple CarPlay y Android Auto, por cable.
Un escalón encima
La arquitectura e ingeniería ejecutada durante la fabricación de Tiguan define su mayor bondad relativa al confort: la insonorización. En movimiento, claro está, son pocas las situaciones en las que ruidos y vibraciones del trabajo motriz invaden el espacio de los pasajeros.
Para Colombia, la actualización únicamente está disponible en su versión Elegance, que se mueve gracias al trabajo del sistema 240 TSI 4Motion, siglas impresas sobre la puerta del baúl y que auguran el torque y tracción de un vehículo que funciona con un motor turboalimentado dos litros, transmisión automática Triptonic de ocho velocidades y tracción AWD con la ya mencionada tecnología VW 4Motion.
En total, el propulsor ofrece un máximo de 182 caballos. La sorpresa, y clave de la acertada experiencia de manejo, es el torque, de 240 Nm, que se expresa entre las 1.600 y 5.400 rpm; un rango que bien podría llamarse continuo, constante, fácil de alcanzar… en definitiva, presente en casi cualquier condición.
Al volante las sensaciones son las de una propuesta sólida que, en carretera, modo manual y bajo las instrucciones de las levas ubicadas detrás del volante, insinúa deportividad. Es firme en curvas y en ciudad absorbe aceptablemente huecos e imperfecciones.
Su otra cara, sin duda, es el consumo. En ciudad, a hora pico, el tablero de instrumentos (digital de 10”) señaló un consumo de entre 18 y 20 km/gal. En carretera se estiró a los 52 y en ese ejercicio, en modo crucero y velocidad constante de 80 km/h, llegó a los 68 km/gal. Todas cifras obtenidas entre los 2.000 y 2.500 m.s.n.m, con carga máxima de 150 kg.
¿Y en seguridad?
En septiembre de 2019, Latinncap testeó al ahora icónico SUV de Volkswagen. Bajo la misma estructura que rige al modelo actual, el resultado no pudo ser mejor. La organización le entregó cinco estrellas (para pasajero adulto y pasajero niño), junto a la mención Advanced Award, por sus sistemas de prevención de siniestros.
El vehículo incluye un paquete de seguridad compuesto por seis bolsas de aire, control electrónico de estabilidad, frenos ABS, control de tracción, control electrónico de diferencial, anclajes Isofix, alerta de fatiga de conductor, entre otros.
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La opción de mayor espacio interior y propuesta en conducción dentro del portafolio SUV de VW es Tiguan. Una alternativa que brilla por la reactividad de su tren motor, el confort dentro del habitáculo y esa sencillez y sobriedad que iluminan a los productos de la marca. Su precio es de $187’000.000.
