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La Fiscalía presentó ante un juez de control de garantías de Bogotá a cuatro personas, señaladas de pertenecer a la red criminal “Tropezón”, dedicada a la explotación sexual de mujeres, muchas de ellas menores de edad, en un bar de la localidad de Bosa.
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Según la investigación adelantada por el ente de control, los integrantes de esta red, al parecer, obligaban a las víctimas a realizar actividades de tipo sexual para cumplir cuotas que les eran impuestas. Muchas de las mujeres son extranjeras.
Una de las pruebas clave de las pesquisas es el testimonio de una adolescente, quien asegura que el año pasado fue torturada por miembros de la estructura ilegal, porque le contó a uno de los hombres que frecuentaba el bar que los dueños vendían licor adulterado y estupefacientes.
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Por estos hechos, un fiscal imputó a los cuatro procesados por los delitos de trata personas, inducción a la prostitución y tortura, y posteriormente, fueron enviados a la cárcel.
Los procesados, dos de ellos de origen extranjero, fueron capturados días en diligencias de registro y allanamiento realizadas por unidades de la Sijín de la Policía de Bogotá.
Según cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en la capital entre enero y octubre del año pasado, 47 de los 248 casos que se descubrieron de explotación sexual en el país ocurrieron en la capital (casi el 20 %). Con una particularidad: nueve de cada diez víctimas fueron niñas. Vale aclarar que no implica solo la prostitución. El material abusivo, la trata y el matrimonio servil también son considerados explotación sexual.
Por otro lado, según datos de la Policía, entre 2014 y 2018 identificaron 2.567 casos en el país, y de estos 1.694 (el 66 %) fueron niños y niñas de nueve a catorce años. El 44 % restante tenían de quince a diecisiete años.
Un estudio del Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud (Idipron), analizó, clasificó y georreferenció los casos que se descubrieron en los últimos cuatro años, para poder perfilar con mayor precisión este flagelo. La investigación logró establecer que la explotación se presenta con mayor frecuencia en algunos barrios de las localidades de Los Mártires, Santa Fe y Chapinero.
