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Este lunes 18 de enero se llevó a cabo la audiencia de imputación de cargos en contra de cinco personas que estarían vinculadas en el asesinato de Lynda Michelle Amaya, una menor de 15 años que desapareció el pasado 30 de noviembre y que su cuerpo fue encontrado con signos de tortura.
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Como resultado de la diligencia judicial, todos los procesados fueron enviados a la cárcel de manera preventiva por los delitos de homicidio agravado, tortura agravada, concierto para delinquir, hurto calificado y agravado y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Los sujetos, entre los que se encuentran cuatro hombres y una mujer, harían parte de una estructura delincuencial dedicada al hurto y tráfico de droga, que opera en el barrio San Bernardo, en el centro de Bogotá.
Las personas aceptaron su presunta responsabilidad en el homicidio y tortura de la menor, excepto el presunto cabecilla de la banda (alias Pirry). La investigación desarrollada permitió evidenciar que precisamente este sujeto, sería quien, al parecer, ordenó que hurtaran y golpearan a la adolescente.
Según indagaciones de la Fiscalía, el día de su desaparición Lynda Michelle salió de su casa, ubicada en el barrio Prado Veraniego, norte de Bogotá, y abordó un vehículo de transporte público hasta el barrio San Bernardo, en la localidad de La Candelaria de Bogotá. Allí fue donde, al parecer, alias Pirry dio la orden.
Como se evidenció tras la identificación del cuerpo, la menor fue herida en múltiples ocasiones con arma blanca. La investigación de la Fiscalía indica que los posibles agresores, al pensar que estaba muerta, metieron a la víctima entre bolsas negras y, desde el tercer piso de una vivienda, la arrojaron a una casa que está a punto de ser demolida.
También se determinó que luego de asesinarla, los sujetos consiguieron una carreta de reciclaje y allí trasladaron el cadáver a varias cuadras de donde ocurrieron los hechos. En una esquina, los victimarios dejaron las bolsas tapadas con cobijas hasta que sobre las 11 de la noche del 1 de diciembre de 2020 el cuerpo fue encontrado y trasladado a Medicina Legal.
Allí ingresó como persona no identificada, pues según la Fiscalía la joven nunca tuvo tarjeta de identidad para corroborar sus huellas. Medicina Legal solo confirmó la identidad de la menor de edad hasta el pasado 9 de enero, cuando la madre reconoció el cuerpo, luego de una segunda visita puesto que durante la primera le dijeron que no tenían registro de alguna persona con las características de su hija, sino de una mujer de entre 19 y 23 años.
La familia de Lynda Michelle alega que hubo una posible negligencia en la búsqueda de la menor, pues su búsqueda solo inició tres días después de desaparecida, lo que para Natahlie Amaya, madre de la menor, habría facilitado que apareciera muerta. El desespero por encontrarla llevó incluso a que la madre llegara al barrio San Bernardo y se disfrazara de habitante de calle con la esperanza de encontrar a su hija.