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La ley antirruido ya fue sancionada por el presidente Gustavo Petro. Serán varias carteras ministeriales, las encargadas, junto con el Ideam y el Departamento Nacional de Planeación, de sacar adelante la Política de Calidad Acústica en Colombia, dentro los doce meses siguientes a la publicación de la ley.
Sin embargo, la alcaldesa local de Chapinero, Alexandra Mejía, instó a reducir este tiempo y propuso a su localidad, como la primera zona que implemente esta legislación.
“Chapinero ha sido una de las localidades más impactadas por el ruido de la noche y el ruido de la movilidad, por lo que solicitamos que Chapinero sea el territorio piloto para la implementación de la Ley Antirruido. Consideramos que un periodo de año y medio para su reglamentación y pedagogía es muy largo, y desde ya estamos listos para actuar antes de ese tiempo”, afirmó la mandataria local.
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En Bogotá, la figura de “sedes sindicales” se ha convertido en una fachada para que numerosos negocios nocturnos operen ilegalmente, aprovechando los beneficios y protecciones que la ley otorga a locales relacionados con labores sindicales y Chapinero no es la excepción.
Casos conocidos por El Espectador, evidencian el problema donde, pese a las quejas formales, a las cartas a la Alcaldía Local y entidades correspondientes, y al desarrollo de mesas técnicas, no han podido llegar a una solución, que les permita dormir tranquilos.
La norma
La Ley del ruido, en palabras muy resumidas, busca establecer la política pública para que autoridades regionales y nacionales, más allá de la Policía, tengan herramientas para controlar el ruido emitido desde sitios privados. La iniciativa también incluye un capítulo de estrategias pedagógicas y culturales dirigidas a la ciudadanía.
Entre otras cosas, señala la Ley, los municipios de 100.000 o más habitantes tendrán que dotarse de un plan de gestión contra el ruido. Esto quiere decir que cada entidad territorial hará un diagnóstico para abordar el problema en función de lo que consideren como ruido.
La Ley, además, determina las sanciones que se aplicarán para quienes sobrepasen los niveles de ruido permitidos. Incluso, establece las multas que habrá para quienes incumplan lo contemplado en el documento. Hay montos desde dos salarios mínimos vigentes hasta 800 salarios mínimos, en el caso de encuentros que superen las 5 mil personas.
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“Desde ya, trabajamos en la socialización de la ley con residentes y empresarios, promoviendo buenas prácticas y mecanismos de diálogo que garanticen una aplicación efectiva y equitativa. Asimismo, fortaleceremos los canales de atención a la ciudadanía para atender denuncias y desarrollar campañas educativas sobre los efectos nocivos del ruido excesivo”, señaló la alcaldesa local de Chapinero.
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Por Redacción Bogotá
