Terminó el retorno de más de 1.460 indígenas que por años vivieron en condiciones precarias, tanto en albergues del Distrito, como en el Parque Nacional. El retorno inició el lunes 8 de septiembre con la salida de 516 personas de la comunidad desde el parque. El miércoles retornaron 568 personas desde el albergue La Rioja y finalmente, el jueves en la noche, culminó la operación con la salida de 380 personas desde la UPI La Florida. Los retos aún continúan.
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Fueron en total 1.468 personas regresaron a sus resguardos en Pueblo Rico (Risaralda) y Bagadó (Chocó). Aunque se esperaba el retorno de más de 1.600 personas, este retorno fue un éxito en términos logísticos y de condiciones para la comunidad.
Por ejemplo, la Secretaría de Integración Social garantizó la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes durante el proceso y aseguró transferencias económicas para toda la comunidad. Entre el 9 y el 11 de septiembre, 356 hogares Emberá reclamaron su apoyo económico en la oficina del Banco Agrario de Pueblo Rico (Risaralda).
“Solo el 11 de septiembre se realizaron 216 pagos, el día de mayor atención, lo que representa el 48 % de los hogares beneficiarios. Se prevé que mañana y el sábado se efectúen los 376 pagos restantes programados para este mes”, señaló la Consejería de Víctimas del Distrito.
El objetivo de las transferencias es asegurar condiciones dignas y sostenibles para las familias retornadas, fortaleciendo su seguridad alimentaria, estabilidad económica y ejercicio de derechos en sus territorios de origen.
¿Qué pasará con los que se quedaron?
El retorno también estuvo lleno de tensiones entre la comunidad y las instituciones locales. En el Distrito se reportaron 3 funcionarios lesionados tras desmanes en el Parque Nacional, lugar donde un líder de 100 indígenas que optaron por quedarse, al parecer, intentó chantajear a la Alcaldía.
Los demás indígenas que decidieron permanecer, lo hicieron por arraigo a la ciudad o temor de no encontrar condiciones de vida digna en sus territorios.
“Ahora el trabajo que nos queda es iniciar las rutas de integración local. Una ruta construida por el distrito con un enfoque diferencial y diseñada especialmente para víctimas con pertenencia étnica”, indicó Isabelita Mercado, consejera de Víctimas del Distrito.
El reto para el Gobierno Nacional que asume las garantías en los territorios, con el apoyo que está brindando el Distrito, es ahora garantizar que este regreso no se convierta, una vez más, en una pausa antes de un nuevo ciclo de desplazamiento.
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