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El río Bogotá es un recurso esencial para el futuro y la sostenibilidad hídrica de Bogotá y los municipios de la sabana. Por ende, desde la sentencia que emitió el Concejo de Estado en 2014 para la descontaminación del afluente, se han tomado varias determinaciones en la materia. La construcción de la PTAR canoas, las estrategias pedagógicas, y patrullajes en lancha adelantados por la CAR, constituyen las medidas más relevantes.
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Ahora, que la ciudad está tomando un porcentaje de sus aguas —el cual es potabilizado en Tibitoc para palear la crisis hídrica— las autoridades han intensificado la vigilancia en el afluente, mediante patrullajes diarios y recorridos pedagógicos en 111 km del río Bogotá entre los municipios de Cajicá y Soacha.
Siete embarcaciones ya están en operación, cinco de las cuales cumplen funciones de vigilancia, control y seguimiento ambiental en tiempo real y las dos restantes se integran a las tareas de educación y sensibilización ciudadana.
La finalidad es doble: Por un lado, reafirmar la autoridad ambiental sobre la cuenca del río Bogotá, y por el otro, consolidar la participación de las comunidades y las instituciones en las actividades de recuperación del río.
Desde el inicio del proyecto, en 2017, se desplegó la estrategia que ha permitido sensibilizar a más de 15.000 personas entre estudiantes, organizaciones sociales, medios de comunicación, delegaciones internacionales y servidores públicos, a través de 430 recorridos pedagógicos.
“Queremos que la ciudadanía vea el río, que lo entienda y que se apropie de su cuidado. La educación ambiental es una herramienta fundamental para garantizar la sostenibilidad y la participación social en nuestra gestión de recuperación de esta importante corriente hídrica”, afirmó, Carlos Rodríguez, director de Evaluación, Seguimiento y Control Ambiental de la CAR.
Las labores de vigilancia se adelantan entre las 8:00 a.m. y las 5:00 p.m. y están a cargo de un equipo de la CAR entrenado especialmente para este tipo de operaciones que además se complementan con el sistema de monitoreo en tiempo real conocido como BochiCAR, el cual ha permitido generar 54 informes técnicos y coordinar 70 acciones interinstitucionales con autoridades locales y ambientales.
Este programa se inscribe dentro del cumplimiento de la Sentencia que ordenó la descontaminación del río Bogotá y que exige acciones para proteger sus microcuencas y garantizar el recurso hídrico en la cuenca baja. “El río Bogotá es responsabilidad de todos los que habitamos en el centro del país, por eso, nuestra invitación no solo se extiende a instituciones públicas y comunidad educativa, sino al sector privado, empresas e industrias que siguen haciendo uso de las aguas de esta corriente para sus procesos productivos, para que se sumen a estas iniciativas con acciones e inversiones que contribuyan a su recuperación”, puntualizó Rodríguez.
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Por Redacción Bogotá
