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De acuerdo con cifras de Migración, a Bogotá han llegado alrededor de 118.709 menores, de los cuales, al menos el 10 % continúa en la ciudad. Estos, en la mayoría de los casos, no acceden fácilmente al sistema educativo ante el desconocimiento del proceso y, especialmente, por la condición migratoria de los niños.
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Ante estas condiciones y la masiva llegada de venezolanos al país, la Secretaría de Educación ha facilitado los trámites de ingreso a los menores venezolanos a los colegios públicos. Así mismo, la Personería se ha apoderado de los procesos y ha acompañado a los padres en la realización de los trámites.
Pero, desde el Concejo se ha evidenciado que esto no es suficiente. Según el cabildante José David Castellanos, “cuando el estudiante va a matricularse no es posible determinar a qué curso debe ingresar, pues el certificado escolar no puede ser homologado en Colombia”, además algunos de los que logran entrar a los colegios no pueden obtener sus títulos debido a que no tienen el estatus migratorio o los documentos legales necesarios.
Por ello, con el proyecto de acuerdo se busca generar convenios con instituciones educativas que puedan certificar a los menores y validar los cursos realizados en el país, de tal forma que no se dificulte sus procesos de aprendizaje y se le brinden facilidades a las familias para que los menores puedan estudiar.
La idea de que esto esté determinado en un acuerdo, se hace con el fin de garantizar que los estudios que realicen los menores venezolanos en al capial puedan ser convalidados en instituciones de otras ciudades y países, dado que en la mayoría de los casos los migrantes no tienen la intención de radicarse en Bogotá, sino que en cambio la ciudad es tan solo una escala, en su camino hacía un país en el sur del continente o hacia otro lugar de Colombia.