La gran coalición de centro-izquierda, que se propuso crear la candidata Claudia López para respaldar su aspiración a la alcaldía de Bogotá, sigue presentando fisuras. Fuera de no haber podido concretar el apoyo de Gustavo Petro (quien decidió respaldar a Hollman Morris), ahora se empiezan a escuchar voces disidentes dentro del Polo Democrático que cuestionan su postura frente al metro elevado.
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El momento en el que se agrandan estas grietas parece no ser el mejor. No solo por lo poco que resta para las elecciones, sino porque se presenta justo cuando ella viene perdiendo terreno en las encuestas y sus contendores de centro-derecha empiezan a repuntar.
El protagonista y vocero de esta disidencia dentro el Polo, y quien se muestra inconforme con la candidatura de López, es Carlos Carrillo, quien se dio a conocer revelando que el alcalde Enrique Peñalosa no tenía doctorado y quien hoy aspira al Concejo de Bogotá. Él radicó una carta al Comité Ejecutivo Distrital del Polo Democrático, en el que planteó una serie de reparos.
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Las críticas, que también apoya Germán Navas Talero, representante a la Cámara, van dirigidas a la continuidad que López le daría al metro elevado, que piensa contratar la actual administración; su declaración sobre Sergio Fajardo como "futuro presidente de Colombia", y a la ambigüedad de su programa en materia de privatización de empresas públicas.
En su escrito, el candidato considera que el acuerdo programático suscrito con Claudia López no refleja los principios del partido ni de sus militantes. La ruptura de fondo se concentra en el tema de movilidad. Según Carrillo, es inaceptable que la candidata considere seguir el proyecto del metro elevado, puesto que desdibuja la lucha que en los últimos años ha dado el Polo y la bancada en oposición a la alcaldía.
A lo anterior se suma que, según el candidato, ella ha evadido el debate técnico sobre el proyecto Conpes 3900 de 2017, conocido como el metro elevado. Agrega que se ha limitado a hablar de corrupción, pero no ha abordado a profundidad temas sobre el modelo de contratación de Peñalosa, la operación privada del metro y los ingresos tarifarios sistema.
La construcción de más troncales de Transmilenio, para él, no es negociable. Carrillo afirma que la apuesta programática de los sectores alternativos debe ser clara y categórica: ni un centímetro más de Transmilenio hasta que no esté proyectada la primera línea de metro subterráneo.
En la carta, firmada por otros candidatos a las juntas administradoras locales que acompañan a su aspiración, concluyó que el sector alternativo necesita una verdadera coalición que agrupe a todos los sectores del Polo, la Colombia Humana y el movimiento Activista. “Creo que hay que tener coherencia. Aunque creo que Claudia López va a ganar la Alcaldía, no puedo tragarme esos sapos. Lo del metro elevado es una barbaridad y eso sería muy grave”, concluyó.
Aunque su molestia sobre el metro es similar a la justificación que expresó en su momento el exalcalde Gustavo Petro y que lo llevó finalmente a brindarle su respaldo político a Hollman Morris en su aspiración a la alcaldía, Carrillo aclara que no apoya al aspirante de la Colombia Humana.
El panorama y la lucha por la alcaldía, que previo al debate electoral parecía claro, empieza a tomar visos de lo que han sido las últimas elecciones en Bogotá, en las que la falta de alianzas fuertes ha llevado a que el ganador llegue con poco respaldo y una gran oposición. Vendrán dos meses en el que los cuatro candidatos tendrán que consolidar sus respaldos y convencer a los indecisos, si quieren llegar al Palacio Liévano.
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