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La temporada navideña trae consigo un aumento de la demanda de especies prohibidas para la venta. Por su parte, los Cerros Orientales de Bogotá albergan una rica variedad de especies que deben ser protegidas para la conservación del ecosistema de los cerros, razón por la cual la CAR intensificó operativos.
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La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) monitorea los Cerros Orientales con el fin de impedir la extracción de musgo, orquídeas y bromelias, especies vedadas cuya utilización para la elaboración y decoración de pesebres representa un grave impacto ambiental.
Los operativos son realizados por la Dirección Regional Bogotá – La Calera, con un equipo de ingenieros que recorren distintos senderos de los cerros orientales para verificar posibles afectaciones a musgos, líquenes y otras coberturas propias de ecosistemas de páramo. “Que la época navideña y de compartir en familia no sea sinónimo de daño ambiental, utilizando estas especies vedadas que cumplen un papel fundamental en las zonas de recarga hídrica”, señaló el director regional Bogotá – La Calera de la CAR, Yuber Yesid Cárdenas.
¿Por qué se deben proteger estas especies?
Para empezar, el musgo cumple un papel clave en la conservación del agua y es considerado por la botánica como “la piel del bosque y del páramo”. Sus composición lo faculta de absorber la niebla y la lluvia como una esponja, formando verdaderos “colchones” que alimentan las fuentes hídricas y ayudan a regular las corrientes de agua.
William Díaz, integrante de de la Dirección Regional Bogotá – La Calera, explicó: “los musgos pueden absorber entre 20 y 40 veces su peso en agua. Esto significa que al extraer un solo kilo se impide que hasta 40 litros de agua permanezcan en el ecosistema de los cerros orientales o los páramos”, indicó el ingeniero forestal.
Otros efectos negativos impactan la vegetación: por ejemplo, la remoción de esta cobertura vegetal deja el suelo desprotegido, afecta la regulación hídrica y puede generar procesos de erosión y deslizamientos.
Por su parte, las orquídeas y bromelias también hacen parte de las especies vedadas. Su extracción y comercialización es ilegal, ya que son fundamentales para la salud de los ecosistemas de páramo: se adhieren a rocas y troncos, facilitan el intercambio de nutrientes y contribuyen a la formación del suelo.
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