Con histórico cacerolazo terminó jornada de protestas en Bogotá

Lo que empezó como una jornada ejemplar fue alterada por los vándalos. El rechazo contra la violencia y las políticas del Gobierno motivaron en la noche un sonoro cacerolazo nacional sin precedentes.

-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
22 de noviembre de 2019 - 11:00 a. m.
Hasta la madrugada de hoy cientos de manifestantes se pronunciaron con el histórico cacerolazo. / Mauricio Alvarado - El Espectador.
Hasta la madrugada de hoy cientos de manifestantes se pronunciaron con el histórico cacerolazo. / Mauricio Alvarado - El Espectador.

La violencia con la que un puñado de vándalos casi echa al traste una jornada de protesta, que apuntaba a ser ejemplar, paradójicamente fue el combustible que justificó un cacerolazo nacional, para expresar la inconformidad contra el Gobierno y por los actos vandálicos, que opacaron el mensaje de las marchas. En la noche, miles de ciudadanos salieron a las calles, olla en mano, a realizar su propia protesta.

La de ayer fue una jornada que arrancó con la intención de expresar masivamente el descontento nacional con el Gobierno. Centrales obreras, estudiantes, diversos grupos sociales y ciudadanos se concentraron desde temprano para marchar contra de la corrupción, el fracking, la minería ilegal, las posibles reformas pensional y laboral, la privatización de entidades estatales, el aumento de la tarifa de energía, entre otras.

Fue un día de contrastes. Si bien en casi todo el país se conservó el espíritu de protestar sin violencia, al final de la tarde la situación se salió de control en ciudades como Cali, Bogotá, Popayán y Manizales, donde los disturbios y actos de vandalismo afectaron no solo la movilidad y los edificios públicos, sino la tranquilidad.

Sin embargo, lo que apuntaba a ser una noche de caos terminó siendo la mayor expresión ciudadana de repudio contra los violentos y las políticas del Gobierno. La indignación se manifestó en un cacerolazo, que empezó en Bogotá y con el transcurso de las horas se fue replicando por casi todo el territorio nacional.

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El balance

Según el Gobierno, en total, marcharon 207.000 personas en todo el país, una cifra que se queda corta a juzgar por las imágenes de video difundidas por las redes sociales. Y el balance que presentó a las 7:00 de la noche el director de la Policía, general Óscar Atehortúa, daba cuenta de que los enfrentamientos hasta esa hora habían dejado ocho civiles y 28 policías lesionados (23 de ellos en Cali), así como 10 personas detenidas (dos menores de edad) en Manizales, Sincelejo, Popayán y Santa Marta.

Las cifras que minutos después entregó el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, mostraban una situación más grave: 10 policías heridos en la capital, 15 detenidos y 70 retenidos. En respuesta a la jornada de violencia que se vivió en varios municipios, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, informó que municipios como Cali, Facatativá (Cundinamarca), Popayán y Candelaria (Valle del Cauca) decretaron el toque de queda.

Violencia

En Cali las movilizaciones comenzaron desde las 7:00 a.m. sobre la autopista Simón Bolívar, en el sur de la ciudad. Pese a que en las primeras horas fueron pacíficas, a las 10:00 a.m. Metrocali reportó que 11 buses habían sido vandalizados. Así comenzó la tensión.

En el día encapuchados intentaron dañar cámaras de fotomultas, semáforos, estaciones del MIO, saquearon negocios y protagonizaron disturbios en la Universidad del Valle. Y en la noche se metieron armados a diferentes conjuntos residenciales. Ante esto, el alcalde Maurice Armitage, y su secretario de Seguridad, Andrés Villamizar, decretaron el toque de queda hasta las 6:00 de la mañana de este viernes.

En el Cauca la protesta también afrontó problemas en el orden público.  En la mañana se registraron bloqueos en la vía Panamericana, que permaneció cerrada hasta las 2:00 de la tarde. La concentración principal se llevó a cabo en Popayán, donde los manifestantes marcharon hasta el mediodía. La calma se mantuvo hasta que atacaron la fachada de la Alcaldía.

Por su parte, en Manizales bloquearon vías como la avenida Santander y se registraron enfrentamientos en la sede La Nubia, de la Universidad Nacional, lo que obligó a la evacuación de la institución. Al final el saldo fue de tres personas heridas, con lesiones en cabeza y piernas. Además, un manifestante detenido por lanzar una botella incendiaria a una tanqueta del Esmad.

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Como en las pasadas marchas, la que se vivió el jueves en la capital apuntaba a ser una manifestación ejemplar y pacífica. Los marchantes se reunieron en 20 puntos de la ciudad e iniciaron sus recorridos hacia la Plaza de Bolívar en calma y con la disposición de rechazar cualquier acto vandálico.

Incluso se vivieron episodios como el de un motociclista, que oró junto a los uniformados; otros que les hicieron frente a los vándalos cuando atacaron algunas estaciones de Transmilenio; en la Universidad Nacional intervinieron para contener los choques entre encapuchados y el Esmad, y rodearon a los policías en la Plaza de Bolívar, cuando se desataron los disturbios.

Pero la violencia en algunos puntos se volvió incontrolable, como en Suba, donde los desmanes comenzaron temprano y se extendieron hasta altas horas de la noche; en la Universidad Nacional, donde se presentaron fuertes choques, luego de que el Esmad impidiera que un grupo de manifestantes se dirigieran por la calle 26 hasta el aeropuerto El Dorado, y en la Plaza de Bolívar, donde encapuchados arremetieron contra los edificio de la Alcaldía, el Congreso y la Corte Suprema, lo que generó la intervención de la Policía, que en algunos casos incurrió en abuso policial.

Aunque no se tiene un balance general de los daños, de manera parcial el alcalde Enrique Peñalosa reportó graves afectaciones en Transmilenio en 35 estaciones, 15 buses rojos afectados y 35 zonales azules vandalizados, así como una persona de Recaudo Bogotá herida. Esto sin contar la quema de contenedores, el saqueo del Supercade y el Portal de Suba. Ante esto, el mandatario indicó que TM operará este viernes con normalidad e invitó a la ciudadanía a limpiar la ciudad.

Cacerolazo

La inconformidad contra el Gobierno y el cúmulo de hechos violentos activó la indignación de la ciudadanía que, sin importar el estrato o sus diferencias, empezaron su propia protesta: un cacerolazo sin precedentes que se extendió hasta altas horas de la noche.

El cacerolazo, que comenzó anoche, tal parece que continuará este viernes. La cita que circula por redes sociales está convocando a los bogotanos a concentrarse a las 4:30 de la tarde, en la Plaza de Bolívar.


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Por -Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com

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