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La CAR continúa intensificando los operativos contra las prácticas indebidas de agricultura en el departamento. E lunes pasado, la autoridad ambiental visitó y efectuó respectiva suspensión de actividades a tres predios en la vereda El Dintel del municipio de La Vega, Cundinamarca, donde funcionaban cultivos de papa. Ahora, el jueves 6 de febrero, anunció una nueva medida preventiva contra otros cultivos ubicados en la jurisdicción de La Calera.
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En esta oportunidad, la CAR efectuó un llamado de atención preventivo a los propietarios de cuatro predios cultivados con papa que, al parecer, invadieron zona de ronda de dos fuentes hídricas que desembocan en el río Teusacá, en el municipio La Calera.
Durante los operativos, un equipo técnico y jurídico de la dirección regional Bogotá – La Calera de la CAR, pudo evidenciar de estos cultivos estarían violando este límite. Al corroborarlo, el personal de la autoridad ambiental recolectó la información y la consignó en el informe técnico que sustenta la medida preventiva impuesta. De esta forma, fue posible adelantar, de manera formal, la suspensión para que de manera inmediata se suspendan las actividades agrícolas en la zona de ronda.
De acuerdo con información suministrada por un particular que atendió la diligencia, el cultivo ocuparía unas 200 fanegadas aproximadamente (equivalentes a 128 hectáreas), aunque al momento de la visita el avance de siembra estaría entre 40 y 60 hectáreas (algunas de ellas ya se encontraban cultivadas y otras, en proceso de preparación del terreno).
El segundo punto donde se hizo énfasis corresponde al ubicado en la parte baja de uno de los predios, donde se evidenció la realización del arado dentro de la ronda hídrica del río Teusacá. Allí se evidenció la presencia de los mojones que demarcan la delimitación de la ronda, los cuales no fueron tenidos en consideración al momento de realizar el cultivo. El daño aquí sería de alrededor 8.700 metros cuadrados.
La directora regional Bogotá – La Calera, de la CAR, Sandra Milena Santafé Patiño aseguró que la zona donde se adelanta el cultivo hace parte de la Reserva Protectora de la Cuenca Alta del río Bogotá y señaló que “es necesario resaltar la importancia de este ecosistema y el respeto que se debe tener respecto a los límites que deben existir en las fuentes hídricas. Más de 3 hectáreas resultaron afectadas por las malas prácticas de descapote y de utilizar maquinaria para la preparación del cultivo sin respetar la zona de ronda”, puntualizó la funcionaria.
Con el propósito de mitigar esta afectación ambiental y apoyados en el marco del Plan de Intervención Socioambiental (PISA), la CAR anunció que emprenderán acciones de recuperación y restauración con especies nativas que permitan devolver las condiciones y servicios ecosistémicos de esta importante zona en Cundinamarca.
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Por Redacción Bogotá
