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Denuncias de ciudadanos y concejales desde el cabildo distrital, obligaron al alcalde Carlos Fernando Galán a ajustar el plan de manejo de residuos en Bogotá.
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Durante una rueda de prensa, el primer mandatario de la ciudad reconoció que no han sido eficaces “para poder cambiar la tendencia como se requiere y como la ciudadanía lo está esperando”. Por ello, anunció que las medidas a implementar tienen tres elementos principales:
- Operativo: fortalecerán los ecopuntos donde reciben materiales reciclables o de difícil operación, mejorar la capacidad operativa de la Empresa Aguas de Bogotá para que pasen de recoger 184 toneladas a 330 toneladas de residuos voluminosos al día. Incrementar frecuencias en zonas que requieren mayor recolección, como las zonas de difícil prestación, así como aumentar los kilómetros de barrido y más áreas de labores de limpieza.
“Vamos a actualizar el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, que es la carta de navegación para todos los prestadores del servicio. Destinaremos cerca de 8.900 millones de pesos para intervenir puntos críticos, mejorar el servicio y compensar deficiencias identificadas”, manifestó el nuevo director de la UAESP, Armando Ojeda, quien se posesionará la próxima semana, tras casi un mes de vacancia en la entidad.
- Sanciones: Evaluarán los 149 procesos sancionatorios que hay en curso contra los operadores para hacerlos o no efectivos, así como fortalecer los comparendos de más de $700 mil pesos a quienes arrojan residuos de gran magnitud en el espacio público o pagan para hacerlo.
- Pedagogía: junto a la Secretaría de Cultura, Desarrollo Económico y Hábitat, realizarán acciones pedagógicas para que la ciudadanía y los comercios tengan mejor información sobre separación en la fuente, uso de mobiliario público y horarios para sacar los residuos que coincidan con los de recolección. “No hemos transmitido eficazmente el mensaje”, dijo el alcalde Galán.
Con estas acciones, el Distrito espera reducir en un 25 % los 666 puntos críticos activos de arrojo de residuos que hay a corte del 27 de agosto y se preparan para una eventual entrada a un modelo de libre competencia en febrero de 2026, luego de las dos negativas de la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento (CRA), que le costó la salida a la exdirectora de la Uaesp, Consuelo Ordóñez.
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Cabe recordar que esta situación no quiere decir que la ciudad se quede sin el servicio de recolección, como lo afirma Alejandro Carranza, director de Proceraseo, entidad que agremia a los cinco actuales operadores de aseo, que seguirán prestando el servicio. Pero sí existe un temor: que cerca de 400 mil familias (1 millón de personas) de algunos barrios de Usme, Ciudad Bolívar, Tunjuelito, Usaquén, Kennedy, Engativá o Chapinero podrían estar en riesgo de quedarse sin el servicio, al estar en zonas de difícil acceso, en zonas rurales o periferias, así como vías en mal estado.
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