Distrito enfila baterías para enfrentar el mototaxismo en Bogotá

Hace unos días se disputó en Bogotá el torneo Fox Sports, en el que participaron cuatro de los más importantes equipos del fútbol colombiano. En los siete partidos de dicho torneo de pretemporada aparecieron varias vallas publicitarias promocionando una aplicación de mototaxismo. Sin embargo, pese al desconcierto de muchos televidentes y asistentes al estadio, la publicidad de esta app también está siendo instalada en varios paraderos y vallas de la ciudad. Esta es solo una de las muestras del auge que ha tenido en los últimos meses Picap, nombre de la app que promueve un servicio similar a Uber o Cabify, pero en motos. (LEA: La falta de regulación sigue impulsando el mototaxismo en Bogotá)

Y, tal como ocurre con esas aplicaciones, aún son inexistentes las regulaciones nacionales o distritales para esta alternativa de movilidad. El escenario propicio para el uso de esta app, que según sus promotores es usada por unos 40.000 capitalinos, se completa con las cifras de insatisfacción con el transporte público de la ciudad: 61 % de capitalinos que considera que sus tiempos en viajes aumentaron; 55 % de usuarios de Transmilenio (TM) y 41 % de usuarios del SITP que creen que el sistema empeoró.

Esta situación tiene en alerta al Distrito, debido a  los riesgos que implica para la movilidad de la ciudad que esta aplicación se siga expandiendo o, peor aún, que ante la oportunidad y el naciente mercado se empiecen a desarrollar nuevas aplicaciones, tal como ocurrió en su momento con la competencia de Uber.

Por eso, el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, hizo un llamado al Gobierno y le solicitó intervenir para evitar la expansión de este modelo de negocio, sobre todo por los riesgos que asume el usuario en cuanto a seguridad vial. “Es una decisión del Gobierno, que debe intervenir para conocer cuáles deben ser las estrategias desde las ciudades. Es una app ilegal,  las ciudades seguimos teniendo problemas para su regulación y ponernos a cazar motos en la ciudad es muy difícil”, dijo ante los micrófonos de Blu Radio el funcionario.

>>> LEA: El lío de la informalidad en dos y tres ruedas en Bogotá

Mientras se expide algún tipo de regulación para estas aplicaciones, el Distrito se adelantará tomando acciones legales, como las que ya están en curso contra Uber. Esto, además, porque considera que las app promueven una “usurpación de funciones” al prestar y regular precios del transporte público.

“Es casi imposible detectar estas motos y se necesitan acciones más integrales. A estas app las meteremos en una demanda que tenemos contra Uber, por usurpación de funciones porque han venido estableciendo tarifas para transporte público y esa es una función exclusiva de la Secretaría de Movilidad”, agregó el titular de esa cartera distrital, quien espera que con esta acción se suspenda esta app.

Otra salida que propone el Distrito es la mediación del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTic), para solicitarle la posibilidad de restringir el acceso a esta app. Y, ante la posibilidad de que la Secretaría de Movilidad sea la que dé las pautas para acercar este modelo de negocio a la ciudad, Bocarejo es tajante y afirma que es imposible y resalta la cantidad de accidentes en motocicletas que hay en Bogotá.

“No hay ninguna posibilidad de propiciar el mototaxi, me parece inconveniente y es un riesgo contra los bogotanos. Aunque no tenemos cifras, vemos que es la app de transporte que más se está descargando en los últimos días y se siente un incremento preocupante. La mitad de accidentes que implican heridos o muertos involucran una moto y además es un riesgo para la salud de los bogotanos”, concluyó el secretario de Movilidad.

El debate está sobre la mesa, y cada día que pasa es un impulso para Picap, pues su precio y su funcionamiento es muy similar al de plataformas como Uber, Cabify o Beat: el usuario se registra, añade las direcciones de destino y llegada, indica si es hombre o mujer, y pide el servicio. De inmediato, la aplicación arroja la tarifa, que se estima al cruzar la distancia y el tráfico. Pese a su cercanía con las otras aplicaciones hay una diferencia clave: el usuario llega más rápido.

Hace unos días se disputó en Bogotá el torneo Fox Sports, en el que participaron cuatro de los más importantes equipos del fútbol colombiano. En los siete partidos de dicho torneo de pretemporada aparecieron varias vallas publicitarias promocionando una aplicación de mototaxismo. Sin embargo, pese al desconcierto de muchos televidentes y asistentes al estadio, la publicidad de esta app también está siendo instalada en varios paraderos y vallas de la ciudad. Esta es solo una de las muestras del auge que ha tenido en los últimos meses Picap, nombre de la app que promueve un servicio similar a Uber o Cabify, pero en motos. (LEA: La falta de regulación sigue impulsando el mototaxismo en Bogotá)

Y, tal como ocurre con esas aplicaciones, aún son inexistentes las regulaciones nacionales o distritales para esta alternativa de movilidad. El escenario propicio para el uso de esta app, que según sus promotores es usada por unos 40.000 capitalinos, se completa con las cifras de insatisfacción con el transporte público de la ciudad: 61 % de capitalinos que considera que sus tiempos en viajes aumentaron; 55 % de usuarios de Transmilenio (TM) y 41 % de usuarios del SITP que creen que el sistema empeoró.

Esta situación tiene en alerta al Distrito, debido a  los riesgos que implica para la movilidad de la ciudad que esta aplicación se siga expandiendo o, peor aún, que ante la oportunidad y el naciente mercado se empiecen a desarrollar nuevas aplicaciones, tal como ocurrió en su momento con la competencia de Uber.

Por eso, el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, hizo un llamado al Gobierno y le solicitó intervenir para evitar la expansión de este modelo de negocio, sobre todo por los riesgos que asume el usuario en cuanto a seguridad vial. “Es una decisión del Gobierno, que debe intervenir para conocer cuáles deben ser las estrategias desde las ciudades. Es una app ilegal,  las ciudades seguimos teniendo problemas para su regulación y ponernos a cazar motos en la ciudad es muy difícil”, dijo ante los micrófonos de Blu Radio el funcionario.

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Mientras se expide algún tipo de regulación para estas aplicaciones, el Distrito se adelantará tomando acciones legales, como las que ya están en curso contra Uber. Esto, además, porque considera que las app promueven una “usurpación de funciones” al prestar y regular precios del transporte público.

“Es casi imposible detectar estas motos y se necesitan acciones más integrales. A estas app las meteremos en una demanda que tenemos contra Uber, por usurpación de funciones porque han venido estableciendo tarifas para transporte público y esa es una función exclusiva de la Secretaría de Movilidad”, agregó el titular de esa cartera distrital, quien espera que con esta acción se suspenda esta app.

Otra salida que propone el Distrito es la mediación del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTic), para solicitarle la posibilidad de restringir el acceso a esta app. Y, ante la posibilidad de que la Secretaría de Movilidad sea la que dé las pautas para acercar este modelo de negocio a la ciudad, Bocarejo es tajante y afirma que es imposible y resalta la cantidad de accidentes en motocicletas que hay en Bogotá.

“No hay ninguna posibilidad de propiciar el mototaxi, me parece inconveniente y es un riesgo contra los bogotanos. Aunque no tenemos cifras, vemos que es la app de transporte que más se está descargando en los últimos días y se siente un incremento preocupante. La mitad de accidentes que implican heridos o muertos involucran una moto y además es un riesgo para la salud de los bogotanos”, concluyó el secretario de Movilidad.

El debate está sobre la mesa, y cada día que pasa es un impulso para Picap, pues su precio y su funcionamiento es muy similar al de plataformas como Uber, Cabify o Beat: el usuario se registra, añade las direcciones de destino y llegada, indica si es hombre o mujer, y pide el servicio. De inmediato, la aplicación arroja la tarifa, que se estima al cruzar la distancia y el tráfico. Pese a su cercanía con las otras aplicaciones hay una diferencia clave: el usuario llega más rápido.