Es clave humanizar la migración venezolana, no criminalizarla: Personería de Bogotá
Solo el 3 % de los estudiantes en la capital, en 2019, eran venezolanos; las mujeres migrantes son las más afectadas por el desempleo; cerca del 28 % de los venezolanos en la capital tiene un título universitario, son algunos de los hallazgos del último informe del ente de control.
Redacción Bogotá (bogotá@elespectador.com)
Bogotá es el ente territorial que alberga más venezolanos en el país. De acuerdo con Migración Colombia, en la capital habitan 357.677 migrantes, es decir el 24 % del total nacional. Frente a la dimensión de esta diáspora y la urgencia por caracterizar a esta población, la Personería de Bogotá en cooperación con el Alto Comisionado para las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) realizó un diagnóstico migratorio en la capital, en la que se evidencia que los migrantes en Bogotá son principalmente hombres (52 %), adultos jóvenes (61%) y que en su mayoría (75%) habitan en el sur-occidente de la ciudad. Estos son algunos de los principales hallazgos.
Para empezar, la caracterización arrojó que la población migrante y retornada desde Venezuela reside en mayor proporción en las localidades de Kennedy (14,6 %), Suba (14,3 %), Bosa (10,6 %) y Engativá (10,3 %). Asimismo, en cuanto al estrato socioeconómico, el 79 % es estrato 2 y 3. De hecho, según el informe, las zonas de mayor concentración son aquellas con limitaciones en infraestructura de servicios públicos.
El acceso al trabajo es la principal preocupación por parte de los migrantes venezolanos en Bogotá. El 47,5 % considera que buscar empleo es la principal dificultad a la que se enfrentan desde su llegada a la capital. En este terreno, las mujeres venezolanas son las más afectadas. El 16 % reporta estar desempleada, en contraste con los hombres que solo representan el 11 %. Asimismo, el 12,6 % de las migrantes venezolanas dedican su tiempo a labores de cuidado no remuneradas, cifra 10 veces superior a la de los hombres.
En cuanto a la oferta educativa para población migrante, el informe demostró que del total de estudiantes matriculados en colegios oficiales para el 2019, solo el 3 % eran estudiantes venezolanos. De ellos el 20 % se encuentra en preescolar, el 50 % en primaria, el 30 % en secundaria y media. Las localidades con mayor recepción de alumnos migrantes fueron Kennedy (0,2 %), Engativá (0,29%), Bosa (0,26%) y Ciudad Bolívar (0,23%).
De igual forma, la Personería identificó los dos perfiles migratorios más recurrentes en la ciudad. El primero corresponde a la población con “vocación de permanencia”, es decir quienes ven a Bogotá como un escenario de mayores “posibilidades de rebusque" y el segundo hace referencia a los venezolanos que ven la ciudad como un lugar de tránsito, para continuar su camino hacia otros países como Ecuador, Perú y Chile.
Esta investigación además de ser un insumo para conocer a fondo las condiciones socioeconómicas de los venezolanos, también es un llamado tanto a los bogotanos como al Distrito. El ente de control pidió al Distrito unificar y verificar las rutas de atención disponibles en Bogotá. Asimismo, ratificó que, para frenar los brotes de xenofobia en el país, es necesario abordar el fenómeno migratorio desde una perspectiva humanitaria y de acogida.
Quienes estén interesados en conocer el informe completo, pueden encontrarlo aquí.
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Bogotá es el ente territorial que alberga más venezolanos en el país. De acuerdo con Migración Colombia, en la capital habitan 357.677 migrantes, es decir el 24 % del total nacional. Frente a la dimensión de esta diáspora y la urgencia por caracterizar a esta población, la Personería de Bogotá en cooperación con el Alto Comisionado para las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) realizó un diagnóstico migratorio en la capital, en la que se evidencia que los migrantes en Bogotá son principalmente hombres (52 %), adultos jóvenes (61%) y que en su mayoría (75%) habitan en el sur-occidente de la ciudad. Estos son algunos de los principales hallazgos.
Para empezar, la caracterización arrojó que la población migrante y retornada desde Venezuela reside en mayor proporción en las localidades de Kennedy (14,6 %), Suba (14,3 %), Bosa (10,6 %) y Engativá (10,3 %). Asimismo, en cuanto al estrato socioeconómico, el 79 % es estrato 2 y 3. De hecho, según el informe, las zonas de mayor concentración son aquellas con limitaciones en infraestructura de servicios públicos.
El acceso al trabajo es la principal preocupación por parte de los migrantes venezolanos en Bogotá. El 47,5 % considera que buscar empleo es la principal dificultad a la que se enfrentan desde su llegada a la capital. En este terreno, las mujeres venezolanas son las más afectadas. El 16 % reporta estar desempleada, en contraste con los hombres que solo representan el 11 %. Asimismo, el 12,6 % de las migrantes venezolanas dedican su tiempo a labores de cuidado no remuneradas, cifra 10 veces superior a la de los hombres.
En cuanto a la oferta educativa para población migrante, el informe demostró que del total de estudiantes matriculados en colegios oficiales para el 2019, solo el 3 % eran estudiantes venezolanos. De ellos el 20 % se encuentra en preescolar, el 50 % en primaria, el 30 % en secundaria y media. Las localidades con mayor recepción de alumnos migrantes fueron Kennedy (0,2 %), Engativá (0,29%), Bosa (0,26%) y Ciudad Bolívar (0,23%).
De igual forma, la Personería identificó los dos perfiles migratorios más recurrentes en la ciudad. El primero corresponde a la población con “vocación de permanencia”, es decir quienes ven a Bogotá como un escenario de mayores “posibilidades de rebusque" y el segundo hace referencia a los venezolanos que ven la ciudad como un lugar de tránsito, para continuar su camino hacia otros países como Ecuador, Perú y Chile.
Esta investigación además de ser un insumo para conocer a fondo las condiciones socioeconómicas de los venezolanos, también es un llamado tanto a los bogotanos como al Distrito. El ente de control pidió al Distrito unificar y verificar las rutas de atención disponibles en Bogotá. Asimismo, ratificó que, para frenar los brotes de xenofobia en el país, es necesario abordar el fenómeno migratorio desde una perspectiva humanitaria y de acogida.
Quienes estén interesados en conocer el informe completo, pueden encontrarlo aquí.
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