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Si bien apenas el viernes el Ministerio de Salud advertía que los casos de coronavirus en Bogotá ya ascendían a 319.405, la indisciplina social y la desobediencia a las mínimas medidas de bioseguridad en la capital persisten. En la madrugada de este sábado, previo a la noche de Halloween, las autoridades descubrieron tres fiestas clandestinas.
Sucedió en la localidad de Chapinero, en el norte de la ciudad, durante operativos de inspección, vigilancia y control liderados por la Alcaldía local, la Policía y la Secretaría de Seguridad.
En contexto: Halloween en pandemia: ¡cuídese para evitar sustos!
Sigue a El Espectador en WhatsAppDe acuerdo con las autoridades, sumado a la suspensión de 10 establecimientos comerciales por incumplir las medidas de bioseguridad, fueron descubiertas tres fiestas clandestinas.
Una de ellas, quizá la que más llamó la atención de los organismos, se realizaba en un edificio con habitaciones cerradas en el sector de Chicó Lago. Allí departían más de 100 personas e incluso, para evitar ser multados, algunos asistentes intentaron esconderse en la terraza del sitio.
Las autoridades elevaron un llamado de alerta para evitar las aglomeraciones y las reuniones durante Halloween de cara a evitar eventuales rebrotes por cuenta del coronavirus.
Los organizadores intentaron esconder a los asistentes en diferentes habitaciones e inclusive en la terraza del edifico para evitar ser descubiertos por las autoridades. pic.twitter.com/XpnIHivClm
— Alcaldía Local Chapinero (@AlcaldChapinero) October 31, 2020
“Lo importante aquí es que el COVID-19 sigue. La salud y nuestra vida se encuentra en riesgo. Continuaremos desarrollado estos operativos y el mensaje es claro para toda la ciudadanía: cuidémonos y seamos responsables”, manifestó el alcalde local de Chapinero, Óscar Ramos.
Desde el primer pico de la pandemia no se registraba un número tan alto de nuevos contagios diarios, como sucedió en los últimos días, cuando el reporte llegó a 2.900 casos y la ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) volvió a subir: pasó del 50 al 65 % de su capacidad.
Ante la emergencia sanitaria, tanto los centros comerciales, establecimientos y el propio Distrito se las han ingeniado para ofrecerles a los bogotanos alternativas para que los niños no sientan el vacío de no poder salir a pedir dulces y los adultos desistan de salir a buscar peligros.
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