El pasado miércoles, durante el inicio de una nueva jornada de movilizaciones en Bogotá, indígenas pertenecientes a la comunidad Misak intentaron derribar la estatua de Cristóbal Colón ubicada en el Monumento a los Reyes Católicos, según ellos, con el fin de “reivindicar y resignificar” aquellos eventos que marcan la historia del país. El hecho, además de generar disturbios tras la intervención del Esmad, también trajo consigo que desde Gobierno se tomara la decisión de desmontarlos para prevenir daños o un futuro colapso que ponga en riesgo la vida de alguien.
Según MinCultura el traslado de las esculturas del ‘Monumento a Isabel la Católica y Cristóbal Colón’, declaradas como Bien de Interés Cultural del ámbito Nacional por la Resolución 395 de 2006, constituye el punto de partida para el desarrollo de mesas de diálogo con el objetivo de invitar a reflexionar sobre el significado y valor del Patrimonio Cultural, pero también de generar debate de alcance nacional, donde sea posible discutir aspectos simbólicos de las comunidades del país.
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“Quisiéramos abrir un diálogo en la estación de la Sabana donde estarán protegidas, donde los ciudadanos podrán conocerlas y apreciarlas” dijo a Caracol el director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Alberto Escobar.
Las esculturas que fueron realizadas en 1906 por el escultor italiano Cesare Sighinolfi y que reposaban en este sitio desde hace 33 años, fueron trasladadas en la madrugada de este viernes por medio de un gran operativo que costaría alrededor de $24 millones.
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Así las cosas, este sería el segundo caso en el que se decide retirar esculturas de la capital a manera de prevención, ya que el pasado 24 de mayo la estatua de “Bolívar Ecuestre” fue levantada del Monumento a Los Héroes. Además, durante las protestas del Paro Nacional la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada fue tumbada por la misma comunidad indígena como un acto simbólico de reivindación con su cultura tras los hechos de violencia y esclavitud durante la conquista española.
Por Redacción Bogotá
